Primer Hijo Predilecto de Baztan
martín urrutia ezcurra hizo fortuna en méxico y fue generoso benefactor de oronoz
ELIZONDO. En tal día como hoy, el 4 de julio de 1948, en su pueblo natal y en el jardín de la que e fue la más representativa de sus obras, el Colegio de San Martín de Oronoz, don Martín Urrutia Ezcurra recibía a título póstumo el reconocimiento de Hijo Predilecto de Baztan, la primera persona que obtenía tal distinción.
Poco más de sesenta años después, no queda practicamente nada de la que fue su grandiosa y generosa obra pública para beneficio de su pueblo y su valle, salvo la calle con su nombre y su busto en bronce encerrado y alejado de sus convecinos.
Martín Urrutia Ezcurra nació el día 5 de enero de 1855 en la casa Enarondoa, en el seno de una familia humilde que intentó sin embargo procurarle los estudios mínimos, lo que hizo primero en Alkoz y luego en un internado que existió en Sunbilla, hasta que aún muy joven decidió como tantos otros entonces emigrar a América con el deseo de abrirse camino en la vida. Lo haría, merced a gran esfuerzo y sacrificios, y con creces hasta labrarse una fortuna y llegar a ser una de las más representativas personalidades de la sociedad vasca de México. En 1928, la revista La Emigración Española y con el título La obra de los emigrados.
Un millón para escuelas recoge la noticia de que don Martín Urrutia y su esposa doña Carmen Lanzagorta, "acaudalado matrimonio, navarro él y mejicana ella, residentes en México, han destinado un millón de pesetas para fundar en Oronoz, pueblo del Valle de Baztan (Navarra) una institución escolar".
Serían los que se conocerían durante décadas como Colegio de San Martín, para chicos, y de Nuestra Señora del Carmen, para chicas. "Empresario de origen vasco, en un caserío de Oronoz, en el Valle de Baztan, en Navarra...", dicen sus biógrafos de México. "Los aspectos en los que destacó fueron la creación de una importante industria textil de inigualable calidad en sus productos y de una fuente de trabajo que por más de 100 años ha sido el sostén de muchas familias. De alguna manera, esta fábrica atrajo a muchas familias a vivir en el pequeño pueblo de Santiago Tulantepec de Lugo Guerrero a fines del siglo XIX".
Y en su historia de Euskal Etxea, el Centro Vasco de México DF, Amaya Garritz, de padre originario de Pamplona y campeón del mundo de pala, recoge que Martín Urrutia Ezcurra contribuyó y consta ante notario público a crear la Asociación Vasca San Ignacio de Loyola con la que se constituiría en 1907 el lugar de reunión de los vascos en aquel país. Con Martín Urrutia, otro baztandarra en aquel tiempo, Juan Irigoyen, de Aldakotxea de Erratzu, y entre otros con dos objetivos: "Estimular el amor al País Vasco y al idioma e historia vascos" y "Afianzar eficazmente las relaciones entre vascos".
Hoy, pero en 1948, el alcalde accidental Juan Lázaro, daba lectura al nombramiento de Martín Urrutia como hijo predilecto del valle, título inédito hasta entonces en los anales del Baztan, y se inauguraba el busto del benefactor (fallecido en Alemania) creado por el escultor Julio Beobide. Y hoy, privatizada la obra de Martín Urrutia, sólo nos queda recuerdo y agradecimiento.