"Va por todos vosotros". Así terminó ayer la alcaldesa de Cadreita, Berta Pejenaute, su pregón antes de encender la mecha del cohete que dio inicio a siete días de fiesta en honor a su patrón, San Miguel. Un chupinazo que reunió en la plaza del Ayuntamiento a cientos de vecinos, más que en otras ocasiones, gracias a los ánimos de los concejales que gritaron a los cadreitanos desde el balcón del Consistorio. Con menos presupuesto que en 2010 (115.000 euros frente a 136.000 euros) comenzaron unas jornadas con un programa repleto de actividades para todos los públicos que se realizarán en la plaza "para que la fiesta esté en el centro", dijo Pejenaute.
Desde una niña vestida con un traje de sevillana blanco y rojo hasta las personas asomadas en los balcones de sus casas disfrutaron de la mañana soleada que acompañó al momento más deseado entre los vecinos. Por su parte, la alcaldesa se mostró "muy ilusionada por dar comienzo a las fiestas de mi pueblo".
Después del chupinazo, la marea blanca y roja de gente acompañó bailando a la txaranga Plin Floid, a los gigantes y a los cabezudos por las calles de la localidad. Por la tarde, se celebró el encierro del campo, el tradicional riau-riau y una salve en honor al patrón. Por la noche, los jóvenes continuaron la fiesta en el Nuevo Casino con una disco móvil.
La alcaldesa se mostró satisfecha con el programa, ya que, a pesar de contar con un presupuesto menor, se han organizado más actividades para todas las edades. "Hemos querido hacer un programa adaptado a todos, abaratándolo, y lo hemos conseguido quitando actos con un coste más elevado, como la comida para autoridades, con lo que hemos podido preparar juegos para los niños durante las vacas y para los adolescentes por las noches, como gymkanas y talleres con monitoras", señaló Pejenaute. Además, este año los vecinos bailarán a ritmo de verbena y no de orquestas "porque traerlas vale muchísimo dinero".