pueyo. Hace aproximadamente dos años el Ayuntamiento de Pueyo se vio obligado a cerrar las puertas del antiguo gaztetxe, que se utilizaba sobre todo para instalar un bar durante las fiestas patronales del municipio y ocasionalmente para que los niños y niñas jugasen al abrigo bajo un techo, porque "no reunía las condiciones y era inviable entrar", confirmaron los ediles Asier Sola (Urbanismo) y Juan Carlos Benito (Festejos), de la Agrupación Landerri. Pues bien, ahora el Consistorio ha conseguido una subvención de 100.000 euros a través del Consorcio de la Zona Media para acondicionar este local y crear así un centro social multiusos (gizarte etxea, en euskera).

Según las previsiones del concejal de Urbanismo, el Ayuntamiento invertirá en esta obra, que está llevando a cabo Construcciones Merino Arregui y que si todo marcha según lo previsto finalizará en enero de 2013, unos 170.000 euros (con IVA), o lo que es lo mismo, el Consistorio asumirá el 30% de la obra, unos 70.000 euros, y el 70% restante estará sujeto a la subvención del Consorcio de la Zona Media.

Con el fin de reducir costes, además, el Ayuntamiento programó siete auzolanes que resultaron todo un éxito, ya que participaron en los mismos unas 30 personas, "desde niños de 10 años hasta jubilados", indicaron los concejales, quienes colaboraron en las tareas de desescombro.

Distribución En lo concerniente a la distribución, cabe destacar que el nuevo centro social constará de tres plantas. En el semisótano se construirá una sala juvenil y un cuarto de instalaciones; en la planta baja habrá baños y dos salas grandes multiusos reconvertibles en cuatro salas; y por último, en la primera planta, donde hay proyectadas dos terrazas, se situará también la biblioteca.

"El edificio está diseñado para que los baños permanezcan abiertos aunque el edificio en sí esté cerrado. Además cumple con la normativa de accesibilidad para que todas las personas puedan acceder a las instalaciones y eso en Pueyo tiene su historia dada la orografía del pueblo", subrayó Sola.

El Consistorio pretende ahora realizar una consulta vecinal para definir su gestión, ya que la falta de presupuesto impide la contratación de un conserje.