Artajona nombra 'Hijo predilecto' a Jimeno Jurío

artajona. Que Artajona no se olvida de uno de sus vecinos más célebres, del historiador y etnógrafo José María Jimeno Jurío, a pesar de que hayan transcurrido diez años desde su fallecimiento, es más que evidente. Si no que se lo pregunten a las decenas de personas que se acercaron ayer hasta el salón de plenos del Ayuntamiento para asistir a su nombramiento como Hijo predilecto de la localidad, la mayor distinción que puede conceder un pueblo.

Tampoco faltaron a la cita su viuda, Elena Aranguren, y su hijo, Roldán Jimeno, quienes recibieron de manos de la alcaldesa, Beatriz Mendía, una placa conmemorativa del acto a modo de "agradecimiento a su labor investigadora sobre Artajona" y en reconocimiento a los "innumerables méritos" obtenidos durante su trayectoria profesional.

"Estoy tremendamente emocionada. A él le hubiese hecho mucha ilusión aunque nunca se lo hubiese imaginado", indicó Aranguren a la par que subrayó que "él se sentía muy de su pueblo y le maravillaba su historia". Su hijo, además, indicó que esta distinción servirá para que Jimeno Jurío forme parte de la "memoria colectiva" de Artajona y, sobre todo, para que las "próximas generaciones lo conozcan". Su legado, no obstante, siempre estará presente de la mano de los múltiples libros que escribió relacionados con la historia de Navarra, sus costumbres, lenguas, tradiciones y toponimia.

Tal fue su labor, que en 1991 fue nombrado académico honorífico de la Real Academia de la Lengua Vasca, en 1997 recibió el premio a la trayectoria de toda una vida de la Fundación Sabino Arana y el Manuel Lekuona en 1998. Gracias al premio de Investigación que lleva su nombre, además, ha sido posible dar a conocer el trabajo que realizó transcribiendo numerosa documentación sobre la villa, comprendida entre los años 1362 y 1981, y que nunca llegó a publicar.

El acto se completó con un aurresku y con la actuación del Coro de Artajona.