"era totalmente necesario", afirmó ayer el vecino de Entremutilvas Raúl Roda, de 26 años. Este joven se refería a la línea 25 del transporte urbano comarcal que ayer se puso en marcha y que unirá esta nueva urbanización de Mutilva, en el Valle de Aranguren, con el centro de Pamplona. El servicio, muy demandado por los residentes, incluye paradas en Soto Lezkairu y se presta con una frecuencia de 30 minutos los días laborables y sábados y de 60 minutos los domingos y festivos.
La implantación del recorrido Merindades-Entremutilvas y la supresión de la línea 13 (San Jorge-Soto Lezkairu) fueron los principales cambios que ayer entraron en vigor en el servicio que gestiona TCC. Eduardo Araus, conductor encargado del primer turno de la nueva línea, bromeaba: "Me ha costado encontrar la parada esta mañana" porque, si bien con anterioridad había realizado el trayecto, no es lo mismo hacerlo de día que "a oscuras". Respecto a la afluencia, dijo que sobre las 8.00 horas, coincidiendo con la hora de entrada al trabajo, tuvo un par de viajes con 8 o 9 pasajeros, pero de momento hay "poca gente. Cuando funcionen los colegios, se notará, y al ser el primer día igual muchos no se han enterado". No obstante, "todo ha ido muy puntual".
Por su parte, desde la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona indicaron que habitualmente cuando se pone en marcha una nueva línea "el número de usuarios es moderado el primer día y va creciendo progresivamente a lo largo de las semanas iniciales"; una tendencia que en este caso se verá acentuada por las fechas en las que nos encontramos, sin actividad académica y con muchas personas que han viajado fuera de la Cuenca. Asimismo, aseguraron que hasta las 13.45 horas el servicio de atención ciudadana no había registrado ninguna consulta ni reclamación relacionados con los cambios.
Eran las 10.00 horas y Alberto Sagaseta, de 84 años, esperaba sentado en el autobús, que estaba a la altura del nº 131 del paseo Santxiki, a que este comenzase el recorrido que le llevara al centro de Pamplona, donde iba a ir a misa de once y a dar una vuelta. Mientras tanto, señaló que el servicio "hacía falta desde hace mucho tiempo", puesto que "la parada más cercana la teníamos donde la parroquia de San Saturnino". Por su parte, Raúl Roda, que vive en Entremutilvas desde la pasada primavera, utiliza la villavesa solo cuando sale "de juerga" y "algún día que he venido andando se te hace largo". Por eso, se mostró "contento" con la línea.
Otra vecina de 30 años, María, volvía del trabajo en el autobús. "Es una gozada", destacó. Y es que ya no tiene que caminar por el polígono hasta Amma Mutilva para llegar al centro. "Si hubiera más frecuencias sería mejor", dijo, y añadió que echa en falta servicios como una farmacia, una panadería... Raquel Salinas, que esperaba el transporte público para ir a hacer recados, consideró "estupendo" el servicio. Esta joven de 33 años indicó que, en lugar de en moto o en coche, subirá en villavesa "uno o dos días a la semana para ir al trabajo, al lado de la plaza del Castillo". Todos coinciden: es necesario.