Los propietarios de esta farmacia, los hermanos Fernando y Conchita Basarte, habían visto máquinas de este tipo en el extranjero y se decidieron a apostar por traer una a la capital navarra. "Las habíamos visto fuera de aquí, yo creo que en Francia, y pensamos que podía ser un servicio más para nuestros clientes. Se venden exclusivamente productos de parafarmacia y no hay ningún medicamento. Creemos que, en un momento dado, a uno le pueden sacar de un apuro", explica.

En opinión de Juan Elizalde, de Betelu Vending, Navarra es un lugar en el que cuesta que esta forma de comercio termine de arrancar. "Es curioso, a nivel de empresas en Navarra somos una potencia, pero a nivel de calle este tipo de máquinas tienen mucha más presencia en otros lugares. La primera máquina de vending de leche se colocó en Elizondo y, sin embargo, no ha habido una expansión como la que ha habido en Gipuzkoa, donde se ayuda mucho más a las empresas y se dan más facilidades. En Europa se encuentran máquinas de este tipo por todas las esquinas, mientras que aquí la administración no ayuda y todavía hay una percepción de que el vending resta, cuando en realidad suma. Además, hay que tener claro que es un sistema que no solo vale para latas y cafés", explica.

En cualquier caso, en la capital navarra son numerosas las máquinas de este tipo que se pueden ver. En el Casco Viejo de la capital navarra se pueden encontrar junto al ascensor de Descalzos, en la calle San Miguel, la Bajada de Javier o la calle San Agustín, las situadas junto a lugares de movimiento los fines de semana tienen especial predicamento a partir de determinadas horas. Principalmente ofrecen productos de comida y bebida, aunque también se puede comprar papel de fumar, mecheros o preservativos. La forma de explotación de las máquinas es variada y las colocan tanto los propios hosteleros en el exterior de sus locales como otros particulares en espacios arrendados o junto a locales hosteleros ajenos pagando una renta.

Más allá de nuestras fronteras la variedad de productos que se ofrecen en este tipo de máquinas se dispara. Así, en la londinense Carnaby Street se puede ver una máquina con zapatillas deportivas para turistas, en los aeropuertos italianos son populares las máquinas de pizza y, por citar otro ejemplo, en Japón, donde se llevan la palma, existen máquinas de corbatas, de revistas pornográficas o de productos tecnológicos. Quién sabe si algún día también esto llegue a la capital navarra.