La supresión de las ayudas a la gestión forestal pone en riesgo 400 empleos en zonas rurales

pamplona. La supresión de las ayudas del Gobierno de Navarra a los trabajos forestales de las entidades locales y particulares supondrá un duro golpe al sector y pondrá en riesgo el futuro de unos 400 empleos, con el agravante de que se trata de zonas rurales desfavorecidas. Es la amarga impresión que dejaron ayer en el Parlamento representantes del sector forestal, que contaron con el apoyo de todos los grupos de la oposición, NaBai, PSN, Bildu, PP e I-E, y la crítica general a una decisión del departamento de Desarrollo Local, Medio Ambiente y Administración Local que calificaron de "incomprensible". El parlamentario de UPN Jerónimo Gómez aseguró que el Gobierno está estudiando cómo mantener las ayudas "aunque sea con carácter aplazado en el tiempo".

En la comisión parlamentaria comparecieron, a petición de Aralar-NaBai, Daniel Irigoien, juntero de Aezkoa; Jon Elizetxe, concejal de Baztan; Juan Miguel Villarroel, gerente de la Asociación Forestal de Navarra; y los técnicos Igor Erviti e Iván Lakidain. Todos ellos expusieron a los parlamentarios el problema: el Gobierno ha anulado la línea de subvenciones para 2013-2014, tampoco pagará la mitad de las comprometidas en la campaña 2012-2013 y el déficit de anteriores campañas ronda los 2,7 millones de euros. "El tema es grave, no es que vaya a haber recortes, es que se anulan las partidas", lamentó Daniel Irigoien, quien pidió que las subvenciones se mantengan durante unos años "hasta que los bosques puedan ser autosuficientes, si alguien está interesado en que esto siga adelante somos nosotros", dijo.

Ivan Lakidain recordó que las ayudas tienen soporte legal en la PAC comunitaria y reivindicó su necesidad porque "los bosques y su gestión son deficitarios", al tiempo que reivindicó que estas ayudas "generan empleo en zonas desfavorecidas con muy poco dinero".

un sector con futuro El concejal baztanés Jon Elizetxe aseguró que "vivimos y queremos seguir viviendo en la Navarra rural", y expresó su convencimiento de que el sector forestal "tiene futuro y puede crear empleo", aunque dijo que cuestiones como la supresión de estas ayudas suponen la "destrucción del tejido socioproductivo" de estas comarcas. Igor Erviti, por su parte, abundó en las buenas perspectivas de futuro del sector forestal. "La biomasa puede crear 135 empleos por cada 10.000 habitantes, porque ahora solo se extrae el 20% de lo que crece en los bosques", y abundó en los nichos de negocio que se pueden abrir en el sector, desde el uso térmico de la madera a los productos naturales y la micología.

Finalmente, Juan Miguel Villarroel incidió en que tiene que haber una gestión porque los montes "necesitan ser cuidados, dan empleo y los disfrutamos todos", y concluyó con una advertencia: "la sociedad urbana tiene que pensar que necesita a la sociedad rural".