"las personas que han vivido siempre aquí digamos que antes no estaban orgullosas de vivir en Noáin y ahora sí. Y eso es un logro muy importante. Ha aumentado mucho su autoestima. Hemos puesto a Noáin en el mapa como un referente de sostenibilidad y de medio ambiente y la gente en el pueblo creo que está muy contenta. Está muy orgullosa, tanto de los jardines, como de las cosas que se van haciendo a través de la Agenda 21", afirma Monika Usanos, noaindarra y técnica de la Agenda 21 de Noáin-Valle de Elorz; área municipal que estos días celebra sus diez años de existencia.
La creación de la Agenda 21, impulsada por Rafael Tortajada, técnico que gestionaba Medio Ambiente Urbano del Gobierno de Navarra, supuso "un salto cualitativo tremendo, porque ya no era solamente hacer jardinería ecológica, como llevábamos haciendo siete años, o plantear pequeños cambios o actividades, como ir a plantar árboles con los chavales, que es importante; sino que ya era una visión global del municipio, una visión participada por la propia población y una visión que el Ayuntamiento se comprometía a nivel político a desarrollar", expone Mikel Baztán, responsable del área de jardinería y Agenda 21, de la que actualmente se ocupan siete personas. Tres hombres y cuatro mujeres que trabajan conjuntamente con vecinos y políticos "en una dirección positiva, en una dirección de creer que somos capaces de hacer un lugar mejor de vida y también que todos tenemos que participar", indica Baztán.
hasta ahora
El 75% de las acciones, en marcha
La Agenda 21 lleva a cabo una estrategia de desarrollo local sostenible, en cuyo plan de acción participa la población para diseñar el futuro que quiere para su municipio. Así, de las cien acciones que se han propuesto realizar en Noáin-Valle de Elorz durante este tiempo, un 75% se ha desarrollado o está en ello.
De entre los logros alcanzados, además del cambio cultural, Usanos destaca "el Plan Municipal de Cambio Climático, que englobaba acciones de ahorro y eficiencia energética, de fomento de las energías renovables, de sensibilización de la ciudadanía y de generar sumideros de CO2 para paliar el cambio climático". Este trabajo fue reconocido por el Ejecutivo foral, así como por concursos internacionales de Dubai y Teherán. Y es que la labor de la Agenda 21 de Noáin ha recibido un total de 19 premios en esta década. También intentan introducir criterios de sostenibilidad a la hora de comprar o hacer contrataciones, como por ejemplo que las empresas a las que se adjudica el mantenimiento de jardines deban hacerlo con técnicas ecológicas o que la que se encargue de la limpieza de los edificios municipales utilice sólo productos ecológicos. En esta línea, Usanos comenta que "nos costó mucho, pero después de muchos años conseguimos introducir el papel reciclado", que resulta "muy importante" porque "es como una carta de presentación".
Probablemente sean el Parque de los Sentidos (construido en 2006) y Lorenea (2010) los proyectos más visibles, si bien hay otras tareas importantes que en el día a día pasan desapercibidas. Ahí estaría la comprobación de que se cumplen las condiciones de los pliegos, auditar energéticamente los consumos del Ayuntamiento y proponer medidas de ahorro y eficiencia. De hecho, calculan que han ahorrado unos dos millones de euros a las arcas municipales por la gestión de la energía y la jardinería en estos diez años.
el futuro
Proyecto Eden y movilidad
"Hemos hecho muchas cosas, pero queremos más", sostiene el responsable de la Agenda 21. Así, este año se plantean avanzar en el tema de la movilidad, acabando la vía amable Noáin-Pamplona e intentando dar más presencia a la bicicleta restándosela al coche; prevén construir huertas municipales ecológicas de alquiler de unos 50 m2 de superficie -para lo cual se está barajando una parcela del Ayuntamiento junto a Mepamsa-; potenciar "un voluntariado dinámico" o el proyecto Edén.
Esta última iniciativa pretende trasladar lo que se ha conseguido en Noáin al resto del término municipal. Consiste en "una estructura de vías verdes junto a las cuales van generándose actividades, turismo y eso conllevará que las pequeñas localidades vayan teniendo también negocios, productos turísticos, producciones pequeñas pero de calidad...", ilustra Baztan, que añade que "se busca generar una cultura de paisaje en el cual la gente disfrute de sus valores, tenga una red de movilidad sostenible que pueda conectarle con los demás pueblos, con Noáin o con los elementos naturales del valle, que además produce biodiversidad, servicios y pequeñas posibilidades de empleo". Un proyecto que les gustaría iniciar este año con la consecución de un tramo piloto.
Tras agradecer a "los políticos de todos los colores que nos han estado apoyando", Baztán considera que "el factor humano es el que ha impulsado todo esto". Al respecto, apunta que "si los vecinos no hubieran respetado los primeros jardincillos que hacíamos, jamás hubiera habido el parque". Y concluye que "nos hemos acercado bastante a Europa: a ese modelo que muchas veces añoramos de ciudadanía; de políticos responsables que miran en clave de pueblo, de gestión y no de partido; de respeto en el uso de las cosas comunes".