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Arakil celebra su día en Itxasperri

La fiesta también llegó a Urritzola, completando un periplo por los doce concejos del valle

Arakil celebra su día en ItxasperriN.M.

Los arakildarras celebraron ayer su día en Santiago de Itxasperri, el mismo lugar en el que durante siglos se reunieron el Ayuntamiento del Valle de Arakil y Urritzola, que este fin de semana celebra sus festejos. Con la de ayer, esta fiesta completó su paso por los 12 concejos del valle. “Es una idea que surgió para poder acercar la fiesta a los pueblos del valle y así fomentar la relación entre los y las arakildarras”, señaló Rubén Goñi, alcalde de Arakil.

Así, ayer fue día de encuentros entre los vecinos de las diferentes localidades: Ihabar, Hiriberri, Satrustegi, Zuhatzu, Egiarreta, Ekai, Etxarren, Etxeberri, Izurdiaga, Errotz, Urri-tzola y Aizkorbe.

Tras una misa al mediodía, el Ayuntamiento homenajeó a Ceferina Amondarain, de 90 años, y a los cinco txikis nacidos el pasado año en Arakil: Haritz Erbiti Larunbe y Adele Martxin Artsemenka,de Ihabar, Urko Lanz Bajo, de Satrustegi; Nahia Reparaz Apostua, de Egiarreta y Maren Goñi, de Etxeberri. Era un tributo al futuro y a la veteranía, según destacó Goñi. Si bien nació en Arribe, Ceferina Amondarain es vecina de Ihabar, a donde llegó hace 67 años tras casarse con Miguel Irurtzun. Tuvieron ocho hijos. Ayer sus nietas Amaia Jaka, Nerea Huarte e Idoia Irurtzun le bailaron un aurresku de honor, también dedicado a los txikis. Asimismo, en su honor bailaron los gigantes de Uharte Arakil.

La mañana se completó con una actuación de Orritz Dantza Taldea, que interpretó una parodia de la maskarada de Lapurdi. Tampoco faltó un buen auzate en la sombra. Por otro lado, Forjas Brun de Izurdiaga instaló una pequeña fragua junto a la ermita donde Eduardo Brun y sus ayudantes mostraron cómo se trabaja el hierro, una demostración activa en la que muchos se atrevieron a hacer de herreros.

FIESTAS DE URRITZOLA Después las celebraciones se trasladarán a Urritzola, donde hubo una exposición de tractores antiguos. También se pudieron ver las fotos del primer concurso de fotografía de Arakil. Y como no hay celebración sin un encuentro alrededor de la mesa, ayer no faltó una comida que reunió a cerca de 200 comensales. También hubo campeonatos de mus, brisca y parchís así como hinchables y juegos para los txikis. La fiesta continuó con bailables, alargándose con una gaupasa.