Los seis integrantes del grupo criminal organizado detenidos por la Policía Foral y la Policía Municipal de Pamplona este martes en la capital navarra acumulan casi 200 antecedentes por hechos relacionados con delitos violentos, como riñas tumultuarias con empleo de armas blancas, amenazas, lesiones graves, tráfico de drogas, agresiones sexuales o robos con violencia e intimidación.
Las detenciones, enmarcadas en la llamada operación Karpi, que sigue abierta, se desarrollaron ayer en los barrios de la Rochapea, Casco Viejo, Etxabakoitz y la Milagrosa, donde residen los arrestados, todos ellos de procedencia magrebí y autores de numerosos hechos delictivos. De forma coordinada entre los dos cuerpos policiales, y con la intervención de más de 50 agentes, fueron detenidos y trasladados a la comisaría de la Policía Foral, donde se instruyen las diligencias propias del atestado antes de su puesta a disposición judicial.
Los hechos que motivan la investigación se remontan a 2021 y desde entonces los detenidos suman 197 antecedentes por hechos relacionados con delitos violentos como riñas tumultuarias con empleo de armas blancas, amenazas, lesiones graves, desobediencia, resistencia, atentado, tráfico de drogas y medicamentos, coacciones, agresiones sexuales, hurtos o robos con fuerza e intimidación.
Delitos en el centro de Pamplona
Muchos de ellos han sido cometidos en el Casco Viejo de Pamplona –ya que tienen como sede una bajera de la calle Descalzos- y motivaron quejas ciudadanas que se incluyen en el atestado, junto con denuncias de siete establecimientos hosteleros y tiendas a donde no pueden acercarse por prohibición judicial expresa.
De hecho, ha habido un servicio permanente de vigilancia en la Plaza San Francisco compuesto por policías forales y municipales desde hace dos meses.
Los detenidos, que pasarán este próximo jueves a disposición judicial, forman parte de una banda violenta juvenil compuesta por nueve personas, una de ellas en prisión.