tudela - Indignación, sorpresa e incredulidad fueron las reacciones que provocó ayer en el Ayuntamiento de Tudela cuando se conoció que el pasado sábado 22 de noviembre una furgoneta había sacado alrededor de 100 cajas de documentos pertenecientes a los Archivos Eclesiásticos de Tudela lo que, según la archivera municipal y responsable del Palacio Decanal, Beatriz Pérez, podría suponer unos 100.000 documentos. Lo que más llama la atención es que ayer nadie ofreció ningún tipo de explicaciones sobre qué documentos se llevaron o por qué lo hicieron y desde el Arzobispado guardaron silencio. “Describir los fondos sería una tarea difícil y de gran dimensión. Por ello, destacar su gran riqueza, su volumen, su rebosante información y, sobre todo, su valor patrimonial para toda la diócesis”, explicaba ayer la archivera municipal.

Los Archivos Eclesiásticos contienen documentos desde el siglo XI hasta la actualidad y están separado en tres partes principales, los que corresponden a la catedral, la Diócesis de Tudela (toda la Ribera) y los parroquiales, donde se registran los nacimientos, bodas y acontecimientos durante casi once siglos.

El temor de Pérez es que desde el Arzobispado se haya decidido desmantelar el Museo Decanal, que sufraga mayoritariamente el Ayuntamiento, sin dar más explicaciones e incluso se preguntó si “es el primer viaje o ha habido más. ¿Se ha vaciado el depósito?”, se preguntó.

el origen En 2000 se procedió a la apertura del Palacio Decanal, donde se ubica el Museo de Tudela, la Librería Diocesana, el despacho parroquial y los Archivos Eclesiásticos de Tudela que concentran los fondos catedralicio, diocesano y parroquiales de Tudela, así como de otras poblaciones de su Diócesis. Para Pérez, “fue un gran logro del entonces archivero Julio Segura y del sacerdote Vicente Ilzarbe, su director, poder acercar y hacer accesibles a todos los ciudadanos, usuarios e investigadores la gran riqueza documental que se conservaba, como testimonio de la historia y memoria de todo un pueblo”.

La restauración del palacio fue financiada por el Gobierno de Navarra, a través de un convenio con el Ayuntamiento de Tudela y la Diócesis de Pamplona y Tudela. Su posterior gestión también está en el marco de un convenio entre esta institución religiosa y la municipal realizado para tutelar tanto el mantenimiento de este museo local, como la apertura y debida atención técnica en su tratamiento y conservación de los archivos eclesiásticos. También otras entidades como el Servicio Navarro de Empleo y el Ministerio de Cultura han concedido ayudas para desarrollar diferentes proyectos de descripción y tratamiento documental en estos fondos, como es el vaciado de información de libros parroquiales de la Diócesis o actas capitulares.

La archivera municipal destacó el valor de los fondos que se está llevando el Arzobispado y el hecho de que pertenezcan a toda la ciudad porque se ha creado a costa de la historia de las generaciones. “Espero que sea una falsa alarma, que los fondos sean devueltos al Palacio Decanal. De todos es este patrimonio documental, por ello debe mantenerse en Tudela”. - F. Pérez-Nievas