26 años poniendo banda sonora a la Zona Media

puente la reina/gares - Hace 26 años Julián Luis Suescun, Fernando Perales y Jose Javier Jimeno alumbraron Orquesta Digital, un grupo verbenero que ha puesto banda sonora a muchas fiestas. No obstante, fue en 1981, en el seno de la orquesta Azor, cuando empezó a gestarse.

“En el año 81, el maestro Gironés comenzó a formar a chavales en la música. Dos de esos chicos eran de la cuadrilla de Julián, y de ahí salió la banda Azor”, explicó Fernando Perales sentado en la terraza del bar Mikel de Puente la Reina. Mientras Julián daba sus primeros pasos en el mundo de la música, Fernando no se quedó atrás. De tocar la batería con los cacharros de casa cuando tenía dos años pasó a formar parte de Filetes de Ternura, un grupo de rock que aún sigue en activo.

Pero la vida da muchas vueltas y el destino quiso que los caminos de estos dos amigos se cruzaran. “Ocurrió que se marchó un saxofonista de Azor y, además, la banda de Fernando se disolvió, porque uno de los componentes abrió este bar, el Mikel”, recordó Julián.

Ante esta situación, y teniendo claro que la música era su pasión, Fernando no dudó en aceptar la oferta de unirse a Azor. “Julián me dijo que no tenían bajista y que estaban contratados para tocar en fiestas”, apuntó Fernando con la sonrisa de quien recuerda buenos momentos.

Pero no todo fue un camino de rosas, ya que Perales tuvo que aprenderse el repertorio completo en un tiempo récord. “Estuvimos los dos ensayando durante dos días completos”, apuntó Fernando.

Con el nuevo integrante, Azor siguió tocando por la Zona Media y otros pueblos navarros hasta que un día de 1985 el teclista decidió que se marchaba. “Ahí decidimos reclutar a Jose Javier, que ya lleva 30 años con nosotros”, señaló Fernando.

No acabaron ahí los problemas de Azor, que vio como en 1988 otros tres integrantes del grupo decidieron marcharse. “Se casaron, empezaron a tener familia y trabajos estables y no podían compaginarlo”, apuntó Fernando con una sonrisa.

Como se suele decir no hay mal que por bien no venga, y las bajas de estos tres músicos propiciaron que Fernando diese rienda suelta a su creatividad. “Yo ya llevaba tiempo pensando en hacer algo con las nuevas tecnologías que estaban surgiendo”, explicó Fernando.

El cierre de esta etapa tuvo un regusto amargo, ya que la noche antes de su última actuación juntos les robaron el camión con los materiales necesarios para el concierto.

Orquesta digital En marzo de 1989, hace 26 años, Orquesta Digital dio su primer concierto. “Era la boda de unos amigos, en el Alaiz”, recordó Julián. Y fue la primera de muchas, ya que tras esta vinieron más bodas y actuaciones de diversa índole.

“Al principio nos daba algo de miedo, porque éramos tres tíos encima de un escenario sin batería ni ningún instrumento de metal. Pero ahí sonaba de todo”, apuntó entre risas Fernando. Sin embargo, la gente lo recibió muy bien, ya que “nosotros siempre hemos puesto la parte humana, Julián cantando y nosotros tocando”.

Desde aquel entonces, las cosas han cambiado mucho, y aunque Orquesta Digital no ha perdido su esencia, sí que ha evolucionado, adaptándose a los nuevos tiempos y gustos musicales.

anécdotas Una trayectoria tan larga da lugar a muchas historias. “Una vez en Gallipienzo tuvimos un concierto, y tocamos una canción que en un principio estaba pensada para ser interprestada a ritmo de vals, pero nosotros la adaptamos y resulta que a mitad del concierto apareció el compositor de la canción. Al final nos dijo que le gustaba más así”, recordó Fernando.

En otra ocasión, y con Logroño como telón de fondo vivieron una experiencia que, hoy, aún les hace reír.

“En un concierto, durante las fiestas de San Mateo, el mismo día que iba Tam Tam Go, tocábamos en una peña al otro extremo de la calle. Al terminar su concierto, todo el mundo vino donde nosotros. Y ahí estábamos, tocando ante miles de personas con un equipo de 1.200 W. Luego nos dimos cuenta que en el bar en el que estábamos tocando repartían chocolate caliente”, recordó Fernando, divertido.

Además, pueden presumir de haber tocado con grandes de la música. “Hace años, antes de ser famosa, Leire Martínez, de la Oreja de Van Gogh, cantó con nosotros. Era muy fan nuestra y a día de hoy, aún lo es”, explicó Julián.

Sin embargo ambos coincidieron en que una de las cosas más bonitas es que “hemos tocado para niños y luego hemos ido a sus bodas. Ahora, esos niños traen a sus hijos a los conciertos”.