- Algunos duermen en cajeros, otros en casas de amigos y los menos en albergues o pensiones. Personas en situación de exclusión severa y mediana edad. Algunos con problemas de consumos. La Policía Municipal procedió ayer al tapiado de la puerta y las ventanas del primer piso del edificio de propiedad municipal que había sido ocupado por cinco familias sin techo. Viviendas de PCH (número 14 de la calle Mayor) ocupadas, en la mayoría de los casos, desde hace más de un mes tal y como aseguraron ayer los 14 afectados y vecinos de la zona, realidad que el equipo de gobierno municipal negaba este martes asegurando que la ocupación había sido la noche anterior y que el Ayuntamiento había tratado de "mediar" para que la personas regresaran a los pisos o albergues en los que se encontraban hasta este momento. Fuentes vecinales aseguraron ayer que en el edificio había gente viviendo desde hacía seis meses ya que "la policía municipal ha tenido que intervenir en varias ocasiones en ese edificio". También el parlamentario de Podemos Mikel Buil negó que estas personas hubieran pasado por el albergue de Jesús y María tal y como pudo él mismo corroborar. "Si que es cierto que posteriormente se les ofreció alojarlos allí pero no a todos ya que no había plazas suficientes", reveló. Por su parte, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca pedía ayer una solución habitacional "inmediata para las personas desalojadas en los pisos que Navarra Suma mantiene cerrados, pisos que son patrimonio de la ciudad y que deben servir para cumplir el interés público y común, recobrando su cometido de vivienda para uso social". También la abogada de la plataforma Begoña Alfaro destacó que los juzgados están cerrados y no se puede practicar un desahucio "sin derecho a defensa".

Manuel García es uno de los ocupantes en la calle. La noche del martes al miércoles la pasó en casa de unos amigos. Tiene 51 años y es padre de cuatro hijos. Hasta hace un mes que llegó a este edificio había vivido en la calle, en cajeros, habitaciones, pensiones. "He estado haciendo obras en casa a cambio de una habitación... así he ido tirando", subrayaba. El 21 de febrero llegó a la calle Mayor desde el número 66 de Jarauta, otra vivienda ocupada. "Supimos que estaba vacía y nos metimos ahí. Nunca pensamos que en plena alarma sanitaria nos iban a echar", señaló. "Esto ha sido una estampida, la gente está desesperada. Han sacado todas las pertenencias y no tiene donde llevarlas...", subrayaba ayer.

Koldo, otro de los ocupantes, aseguraba ayer que la gente tiene que concienciarse en este confinamiento que hay personas que no tienen ni trabajo ni vivienda y que "no pueden estar en la calle". "Hay un montón de pisos vacíos y se podía pagar un alquiler de 200 o 250 euros. No es coger un piso y quedártelo... es poder salir de una muerte segura", abunda quien sabe lo que es vivir en la calle.

Desde Navarra Suma señalaron ayer que "no hay constancia" de que lleven un mes. "Hace tres semanas denunció un concejal en junta de portavoces la posible ocupación. Fue Policía Municipal y no vio nada e informó de ello. Ante una denuncia de un vecino el lunes la Policía Municipal se encontró con algún ocupa en la puerta. Les conminaron a marcharse antes de abrir diligencias por delito de ocupación. Hablaron con ellos, se les ofrecieron soluciones de alojamiento y decidieron salir. Eran personas sin techo, y algún ocupa habitual. Unos han ido al albergue y otros con sus entornos familiares", señaló ayer María Caballero. "No hubo ningún desahucio ni desalojo forzoso".

"Yo vine el 21 de febrero de otra vivienda de Jarauta también ocupada"

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