Pionero en Navarra, Sakana ha elaborado un protocolo territorial para la coordinación de la actuación ante la violencia contra las mujeres desde una visión comarcal. La firma fue el miércoles en Arruazu, el municipio más pequeño de Sakana con un centenar de habitante, “para que la singularidad de las zonas rurales y pequeños pueblos sea más visible”, apuntó Aizaga Zeberio Petriati, presidenta de la comisión de Igualdad de la Mancomunidad de Sakana. “Este protocolo quiere poner de manifiesto el compromiso de los 15 ayuntamientos de Sakana y debemos garantizar los medios y la organización para coordinar la actuación en ese camino”, destacó esta concejala de Arbizu.

También explicó que el protocolo abarca los ámbitos sanitario, social y policial. En cada uno se detalla el papel de cada área, qué predicciones se siguen y cuáles son las estructuras de coordinación. “Define un modelo de intervención integral y homogéneo. Además, se concreta la respuesta de los ayuntamientos de Sakana ante casos graves de violencia contra las mujeres”, incidió.

El alcalde de Altsasu, Javier Ollo, recordó que el Ayuntamiento de Altsasu creó hace cinco años un grupo de atención coordinada a las mujeres que sufren violencia. “Lo servicios y profesionales que participaron allí abrieron la colaboración que hemos cumplido ahora”, apuntó. “Es ahora cuando comienza el trabajo real, desarrollar el protocolo y probablemente dar nuevas soluciones a los nuevos problemas que van a salir en ese desarrollo”, subrayó.

Eva Istúriz García, directora gerente del Instituto Navarro para la Igualdad, destacó la importancia de la sensibilización de la ciudadanía y de la coordinación.”La violencia es consecuencia de la desigualdad, hay que abordar con políticas de igualdad con un enfoque feminista. Hay que ir a la raíz del problema”, indicó. Por otro, puso en valor que Altsasu fue el primer ayuntamiento de Navarra que apostó por contratar a una persona técnica para avanzar en el camino de la igualdad, en 1992, y que la Mancomunidad de Sakana también ha seguido ese camino. “Sois un referente para el resto de los territorios”, afirmó.

El documento fue rubricado por los 15 alcaldes y alcaldesas de la comarca así como por representantes del Servicio Navarro de Salud y de los centros de Altsasu, Etxarri Aranatz e Irurtzun, las tres mancomunidades de Servicios Sociales de la comarca, y del Instituto Navarro para la Igualdad.

TESTIMONIOS DE CUATRO MUJERES DE SAKANA

En acto de la firma se dio voz a cuatro mujeres de Sakana supervivientes de la violencia que contaron su experiencia desde el momento en que no se reconocían como víctimas. “No consideraba mi situación como maltrato porque no me pegaba”, decía una de ellas. “No era consciente de lo que estaba pasando. Fue mi hijo el que me abrió los ojos”, contaba otra. Precisamente, es en ese proceso de empoderamiento al que quiere contribuir este protocolo y dar respuesta a sus necesidades, según explicaron Oihana Gallo San Roman e Idoia Goikoetxea Gómez, agentes de igualdad de la Mancomunidad de Sakana y el Ayuntamiento de Altsasu. Así, transmitieron cómo se han sentido estas mujeres en el proceso de salida de la violencia, qué hubieran necesitado y qué grado de autonomía sienten que han tenido en dicho proceso. “La salida de la violencia no es únicamente un camino policial-jurídico, sino un duro proceso de análisis, de empoderamiento y de logro de la autonomía económica, emocional y social”, destacaron.

Si bien estas cuatro mujeres comenzaron el proceso de forma diferente, dos en el ámbito policial con denuncias, y las otras dos en el plano social, con unan fase inicial de reconocimiento de la situación para pasar después a la denuncia y el proceso judicial, las cuatro subrayaban la necesidad de una información general para conocer el proceso que inician y también sus repercusiones jurídicas y sociales.

Por otro lado, se mostraban críticas respecto a la coordinación de los recursos y analizaron el trato y la respuesta social que han recibido, “ámbito de actuación que corresponde directamente a las entidades locales”, según destacaron las agentes. Lo cierto es que las cuatro destacaban falta de apoyo social. Por último, las cuatro consideraban positivo el acompañamiento de otras mujeres que hubieran pasado por el mismo trayecto. “Estas vivencias, creemos, dan soporte a los criterios de actuación que hemos fijado y desde ahora tenemos que desarrollar en el protocolo”, destacaron Goikoetxea y Gallo. “Es también una declaración que trata de poner a las mujeres, sus decisiones y su trayectoria, en el centro de la actuación de todos los servicios y de todas las entidades competentes”, incidieron.