n punto de unión, de reflexión y de dinamización de personas interesadas en nutrir procesos colectivos de experimentación creativa. Eso es Grafitarras, el encuentro de arte comunitario por el que han apostado en Azagra para recuperar la memoria oral, el patrimonio natural y cultural, el cuidado del espacio público, el sentimiento de pertenencia o la convivencia e intercultural a través del arte, el diseño, la ilustración, animación, música, el teatro o la narración. La localidad ribera sacó en agosto a la calle, durante una semana, todas estas disciplinas.

Grafitarras, explica Carlos Jiménez, coordinador artístico del evento, doctor en Bellas Artes y profesor de Diseño en la Universidad de La Laguna (Tenerife), nació en 2019 gracias a un taller celebrado el año anterior con jóvenes de la localidad. El nombre, insiste, aúna la palabra ‘grafía’, que significa cualidad de grabar, y ‘tarras’, que es el apodo o gentilicio con el que se conoce coloquialmente a los azagreses.

La actividad que más huella ha dejado, por ser la más visible y tangible, es la del muralismo. Con ellos, cuenta Carlos, “contribuimos a la sensibilización sobre el cuidado y embellecimiento de nuestro espacio público. Somos capaces de pasar durante 20 años delante de una pared degradada y fea, y nos acostumbramos a ello. Tenemos que hacer ver que el patrimonio cultural puede ser algo tan cotidiano como unos muros”.

Los artistas que este año se acercaron hasta Azagra y que dejaron su impronta fueron, en primer lugar, Paula Calavera, de Canarias. En la caseta de la subestación de Iberdrola planteó “una representación vitalista y de trazo suelto sobre la importancia de volver a juntarnos y a compartir en espacios y tiempos de ocio”. Para ello plasmó una serie de hamacas como las que los azagreses cuelgan de unos ganchos en las piscinas.

Por otro lado, el también canario Ione Domínguez estuvo en la medianera de la casa de cultura con la librería Belén y allí anima a los vecinos a “repensar la propia casa de cultura como un hogar para ser habitado cotidianamente. A través de una silla colocada en el centro invita a pasar, a acomodarse, a rodearse de belleza y a cultivar otras facetas del individuo”.

El tercero de los artistas invitados, todos ellos, insiste Carlos, tienen alguna vinculación con Azagra o con sus vecinos puesto que intentan que tengan una inmersión completa en la localidad, fue Diego Escribano ‘OTTSTUFF’. Su mural, en el exterior de las piscinas, fue colaborativo y los participantes elaboraron un alfabeto a partir de formas geométricas básicas y consensuaron una palabra representativa de Azagra, en este caso ‘Tarra’, para plasmarla.

Y para terminar, el propio Carlos Jiménez, en el cruce de las calles Navas de Tolosa con San Isidro llevó a cabo un mural tipográfico en el que plasmó cerca de 200 apodos azagreses a partir de recopilaciones previas de los Cuadernos Azagreses.

Este año, apunta Jiménez, “creo que se notó la importancia y la necesidad de volver a juntarnos y de apropiarnos de espacios públicos. Además, al estar los cuartos cerrados ha habido mucha mayor interacción entre personas de diferentes edades y generaciones”.

El resto de la semana acogió otras muchas actividades que fueron un éxito de participación. En este caso, y de la mano de Ibana Sagasti, hubo un taller creativo de cuentos viajeros en la plaza de los Fueros en el que participaron una treintena de personas que reprodujeron en sus dibujos distintas visiones de la plaza: fachadas, bancos y terrazas con el fin de compartir con los demás sus particulares puntos de vista.

Con Concha Pasamar, ilustradora, una veintena de personas se introdujeron en el taller ‘Una mirada al paisaje del Soto y La Barca’ y realizaron con elementos naturales y materiales cotidianos texturas, estampaciones y textos breves que plasmaron en un cuaderno acordeón.

La semana también contó con una visita a los murales del IESO Reyno de Navarra con el profesor Raúl Gil y Luis Sola presentó el 24º volumen de los Cuadernos Azagreses Redescubriendo el antiguo Azagra. Cuatro recorridos por el viejo casco urbano y una visita histórico-artística al cementerio municipal.

Grafitarras, en su empeño por sacar la actividad cultural a espacios no habituales, apostó por las charlas a la hora del vermú. De esta forma, vecinos y artistas expresaron sus inquietudes artísticas en tertulias “muy amenas” en las terrazas de los diferentes bares de Azagra que contaron con la participación de más de un centenar de personas.

Además, la música también sonó a los cuatro vientos gracias a la sesión de DJs a cargo de Raúl Regaira, Ernesto Martínez y Alejandro Lafuente, así como por el concierto didáctico de The Carlos Jazz Duo, y las actuaciones de SUPERACID, que presentó su disco, y de La Tribu Obembe.

“Con pocos medios logramos embellecer algo que permanece y que educa y sensibiliza, y todo ello sin dejar de lado el hecho de ser rural”, apunta Carlos que cree que de la primera edición a la de este año “se nota un salto en las relaciones humanas; la gente se va enganchando, se van generando sinergías y es una situación atractiva que, al final, redunda en el pueblo. El sentido de colectividad ha cogido peso, así como el hecho de ver y de potenciar la belleza en las cosas cotidianas”.

La idea ahora, además de innovar y de tratar de ampliar el evento a otras disciplinas artísticas, es “consolidar Grafitarras aquí, que sea un acto intergeneracional, una semana que sirva como acelerador de los procesos que pasan durante todo el año; en el club de lectura, en la pintura o en la música. Es importante que enraíce aquí y que la gente lo custodie; tiene que ser algo que parte desde abajo y que se hace entre todos”.

Y es que, “Grafitarras 2021 ha superado las expectativas, máxime ante el grado de incertidumbre en el que estamos viviendo”. Jiménez, para terminar, agradecía el apoyo, la ayuda y el patrocinio del Gobierno foral, Ayuntamiento así como del coordinador de Cultura, Javier Paz, y de empresas locales, comercios, bares, colectivos, vecinos, artistas implicados y el grupo impulsor de esta nueva edición. Este mismo septiembre, desvela, se pondrán manos a la obra para preparar Grafitarras 2022.

“Con pocos medios embellecemos algo que permanece, educa y sensibiliza”

Coordinador artístico Grafitarras