Resulta complicado definir la situación urbanística de un barrio que pertenece a cuatro municipios, aunque el futuro parece halagüeño. Al menos en cuanto a proyectos que, a medio plazo, ayudarán a combatir esa desfragmentación para conseguir generar, por fin, el tejido social y asociativo en una zona que ya es joven y dinámica a pesar de su complejidad. La modificación del PSIS (Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal) de Erripagaña, que contempla una gran plaza pública junto al nuevo centro de salud, con bloques de viviendas, locales en plantas bajas y una parcela para equipamiento comercial y usos terciarios, se encuentra en exposición pública hasta el próximo 15 de octubre.

Izaskun Abril, directora general de Ordenación del Territorio, asume que desarrollar las dotaciones y dar un uso a esas parcelas que todavía están vacías es clave para la consolidación de un barrio en el que faltan precisamente esos servicios que faciliten las relaciones entre vecinos y vecinas. "Se necesitan espacios comunes, posibilitar el encuentro para la comunidad. En los barrios nuevos son procesos que llevan su tiempo y desde las instituciones públicas la obligación es generar las condiciones para que puedan darse", valora.

¿Cómo se va a integrar el barrio de Erripagaña en la trama urbana de los municipios que lo conforman?

-Uno de los principales problemas que nos encontramos en Erripagaña deriva en parte de la propia complejidad del barrio, que presenta una fragmentación administrativa con un 60% de superficie que pertenece a Burlada, un 21% a Pamplona y en torno al 10% y 9% a Valle de Egüés y Huarte, respectivamente. Es una limitación para los vecinos y vecinas, porque muchas veces no tienen un interlocutor único, y una cuestión que ya se ha mantenido en diferentes reuniones con los ayuntamientos. Se pueden plantear diferentes escenarios, como que todo el conjunto se integre en un único municipio (para eso tiene que haber un acuerdo por parte de todos) o que formalicen acuerdos para la gestión conjunta de los servicios que tienen que prestar (alumbrado, limpieza viaria, acondicionamiento de zonas verdes...). El futuro en este sentido es competencia municipal.

¿Qué ventajas cree que ofrece la reducción de superficie comercial o la sustitución de esa gran superficie por una trama más mixta de usos, con residencial, dotaciones, etc?

-Los propietarios y promotores consideran que ya no se dan las condiciones para desarrollar la parcela tal y como se pensó inicialmente porque valoran que no se adapta al mercado actual y han planteado esta modificación, proponen una ordenación urbanística más adecuada. La ventaja principal es que se plantea el desarrollo de esa parcela y eso será bueno para el barrio, ya que lleva años sin uso. Y en cuanto a la reducción de superficie comercial, coincido en que en estos momentos no tenía sentido hacer una implantación como la que en su día se planificó, sobre todo por el desarrollo que ha tenido a nivel comercial la Comarca en su conjunto. El reducir la superficie pero mantener esa demanda comercial y terciaria puede servir para dotar de comercio o de otro tipo de servicios privados de mayor proximidad a los vecinos y vecinas, ya que en estos momentos hay poca implantación y tienen que desplazarse. Que puedan satisfacer sus necesidades sin tener que salir es positivo.

¿Con la ley de comercio ya no van a tener cabida medianas o grandes superficies?

-La nueva ley busca un equilibrio, frente a las grandes superficies, y tiene que ver también con cómo va evolucionando la sociedad. Es un modelo que se ha agotado y que en Pamplona ya ha tenido desarrollo suficiente, no tiene ningún sentido que se siga creciendo en superficie comercial cuando el futuro pasa por hacer un urbanismo más centrado en las personas, en la ciudad, en los barrios.

Hay quejas de los vecinos por el aumento de viviendas y la mayor densidad.

-Creo que con el desarrollo de estas viviendas también se contribuye a atender la demanda de vivienda que existe en la Comarca y que todavía no está satisfecha, tanto de viviendas libres como de protección. Y el proyecto plantea también una gran plaza, un espacio de reunión, algo que para hacer barrio siempre es importante para que vecinos y vecinas tengan la posibilidad de encontrarse, de desarrollar actividades.

¿Cómo se articulará esa gran plaza central o espacio de convivencia?

-En esa parcela se generará un espacio público de unos 10.000 metros cuadrados que puede convertirse en el punto de referencia no sólo de éste área sino del conjunto del barrio. Un punto de encuentro en el que además inicialmente está prevista también una dotación pública que podría ser un Centro cívico tal y como demandaban los vecinos, y que es además una de las carencias del barrio ya que aunque en su día se hizo una previsión de dotaciones hasta ahora sólo se ha implantado el campo de fútbol.

¿Qué dotaciones quedan pendientes y cuándo se van a poner en marcha?

-En el caso del centro de Salud se creó la Zona Básica y desde el departamento están en este momento trabajando en el plan funcional, con los procedimientos administrativos previos para iniciar después todo el proceso para su construcción una vez que el Ayuntamiento de Burlada hizo la cesión de la parcela. Es una de las demandas más importantes y una cuestión clave para los vecinos y vecinas. Quedaría por desarrollar también una parcela polivalente en la parte norte, que de momento no tiene un destino concreto, aunque en algún momento se llegó a plantear que pudiera acoger un campo de béisbol. El desarrollo de las dotaciones responde a las planificaciones sectoriales que se definen, a su vez, en función de la demanda social y de las necesidades de prestación de servicio público.

¿Y sobre la demanda escolar?

-A corto y medio plazo desde Educación no ven la necesidad de construir un centro escolar porque de momento se está cubriendo la demanda con los centros existentes en el entorno de Erripagaña, aunque hay que ver cómo evoluciona la población infantil. Es cierto que esta circunstancia provoca un incremento de los desplazamientos fuera del barrio, por lo que una de las cuestiones clave a abordar es el tema de la movilidad, sobre todo en lo que se refiere a mejorar las condiciones para una movilidad a pie, con seguridad y garantías.

¿Qué se va a hacer en este sentido?

-En estos momentos por la circulación general y los movimientos que se dan en la Comarca también Ripagaina tiene una presión de tráfico bastante importante. Tenemos un eje junto a esta parcela AR-2 que es una carretera, no una calle, y tener una carretera en el barrio condiciona mucho la movilidad. Una de las cuestiones que podrían abordarse es convertir esa carretera en calle con aceras más anchas, con medidas orientadas a calmar el tráfico, generando espacios más seguros para el peatón. Que no sea un elemento de fractura sino de conexión.

¿Se van a aprovechar a corto plazo las parcelas vacías que existen?

-Las parcelas sin desarrollar generan cierta fractura y también es un tema que cuestionan los vecinos y vecinas, que han planteado la posibilidad de que hubiera usos temporales. Es una cuestión que hay que valorar porque se les puede dar un uso temporal que no sea incompatible con el que vayan a tener a futuro. De esta manera se eliminarían vacíos, al final es difícil hacer barrio si no hay una continuidad física.

¿Qué cree que le falta a Erripagaña para que se vaya consolidando como barrio?

-Que se vayan desarrollando las dotaciones es clave, y es importante también resolver esa fragmentación administrativa, abordarla, y que se busquen fórmulas para ir resolviendo las necesidades de los vecinos y vecinas. Hay diferentes posibilidades y serán los ayuntamientos los que tengan que tomar la decisión final.

AL DETALLE

La modificación. Pamplona Distribución SA plantea una nueva ordenación en un solar estratégico de Erripagaña, en término de Burlada, y que en su momento se definió para crear un gran polígono comercial. La oferta residencial es de 471 viviendas de las cuales 117 serían libres y 354 con algún tipo de protección pública (106 de precio tasado y 248 de protección oficial). El nuevo diseño reduce la superficie comercial y crea una gran plaza con espacio para dotaciones y servicios.

Movilidad. Una de las cuestiones que desde el departamento están estudiando es actuar sobre la carretera principal del barrio, junto a la parcela en cuestión, anchando las aceras y llevando a cabo medidas orientadas a calmar el tráfico, generando espacios más seguros para el peatón.