Han pasado tres años desde que se celebraron las últimas fiestas patronales en la comarca, que siempre comienzan con las celebraciones de Salbatore, en Irurita y Urdazubi. Desde entonces, dos años de obligada sequía, que para regocijo de toda la comarca, tocan a su fin. Este miércoles comenzaron las fiestas patronales en las dos localidades de Baztan y Xareta. El chupinazo que dio comienzo a cinco días de jolgorio en ambos pueblos, fue también el pistoletazo de salida a la temporada festiva de la comarca, que se prolongará durante los próximos meses.

Han sido dos años duros, sin fiestas, sin celebraciones, pero por fin, se acabaron, ¡a la tercera va la vencida!, comentaban tanto en Irurita como en Urdazubi. Y así fue, la mecha prendió en ambas localidades, que intentarán recuperar los dos años perdidos.

Irurita fue el más madrugador, como todos los años. A mediodía, en la abarrotada plaza de la localidad todo el mundo esperaba el comienzo de unas fiestas muy esperadas. Pello Iriarte, el alcalde jurado de Irurita fue el encargado de lanzar el primer cohete de fiestas, al que siguieron muchos más.

Tras el chupín, los gigantes recorrieron las calles de la localidad al ritmo de la música de Baztango Gaiteroak, comparsa seguida muy de cerca por los más pequeños del pueblo, sedientos de fiesta. Mientras, los demás se agolpaban en el bar para colmar otro tipo de sed en el aperitivo. Por la tarde, los txikis fueron los protagonistas, con diversos juegos infantiles y posterior merienda. Mikel Salaberri fue el encargado de la música, con el baile de la tarde y el nocturno. Entre uno y otro, vivieron uno de los momentos más esperados por los vecinos y las vecinas, el repique de campanas, el que es para muchos el indicador de que las fiestas han comenzado. Y cómo no, como dicta la tradición, al ser la víspera del patrón de fiestas, como en todas las localidades, para cenar se pudieron degustar las típicas Baztan Zopak.

En Urdazubi también esperaban con ahínco el día de ayer, tras dos años sin fiestas, los vecinos y las vecinas de la localidad de Xareta estaban ansiosos por dar rienda suelta a la juerga, y aunque la fiesta empezó más tarde que en Irurita, el pueblo se sumergió de lleno en ella, a eso de las 20.00 horas, cuando los jóvenes de la localidad lanzaron el chupinazo. Posteriormente las campanas de la iglesia de Salbatore comenzaron el tradicional repique, mientras los congregados en la carpa de la plaza disfrutaban de un exquisito aperitivo.

Tras ello, decenas de personas se congregaron en el Asador Mointxo para seguir comiendo y bebiendo en la cena popular, para después, mover el esqueleto, hablar o cantar en el baile, a cargo de Hauspolariek.

La fiesta no ha hecho más que comenzar. Tanto en Irurita como en Urdazubi este jueves vivirán el día grande, el del patrón Salbatore, para continuar con la fiesta hasta el domingo.