El valle de Erro se abraza de nuevo
Casi 400 personas participaron en la comida popular en la campa de Sorabil en un tórrido reencuentro con artesanía, aizkolaris y premios
Había muchas ganas de reencuentro, de fiesta y hermanamiento entre los vecinos de los ocho pueblos del valle después de dos años de paréntesis por la pandemia. Y así fue, la campaña de Sorabil, menos verde que ningún año por la sequía, desafío las altas temperaturas que rozaron los 40º grados al mediodía, para servir de escenario a las diferentes actividades organizadas con motivo del esperado día del valle. Puestos de artesanía, deporte rural y juegos infantiles amenizaron la mañana y calentaron motores para la comida popular que albergó a cerca de 400 personas y en la que se rindió homenaje al pelotari Unai Laso. Muchos se quedaron sin chartela para la ocasión y tuvieron que conformarse con los ricos talos que preparó el equipo de Saldiasko Taloa liderado por María Mitxelena. Y es que había talos combinados de talo con panceta, hongos y queso que hicieron las delicias de vecinos y visitantes. El mercado de artesanía reunió a más puestos que nunca entre los que destacaban los colores de los collares y pulseras de macramé de la vecina de Aria Itziar Berruezo, mieles artesanas como las que daba a saborear Iñaki Garciandía de Lizoain, los juegos de madera de Peio Olea de Bakaiku, las sillas de Peio Carrascón de Azagra, las fotos pictórico artísticas de Laura San Miguel o las piezas de plata de Txus Bruzeta de Salvatierra de Álava, entre otros. Público de todas las edades pudo asistir también a la exhibición de aizkolaris, en la que participaron Manolo y Oier Cañamares, y la pareja formada por Malen Barrenetxea y la jovencísima Bea Tanco, así como la prueba popular de corte con tronza.
Los veteranos Martín Vergara, de Erro, y Jesús Bidaurreta, premiados con sendos jamones, vencieron a su vez en la final del campeonato de mús en el que quedaron subcampeones los jóvenes Asier Izal y Martín Iribarren de Zilbeti. Un tractor con agua y un puesto de la DYA fueron las novedades de este año en el programa ante la ola de calor, reconocía el alcalde Enrique Garralda. Una situación crítica admitía el que es ganadero de profesión quien aseguraba que será necesario adelantar el pienso, la paja y la hierba de los animales en veinte días al no poder mantener el pasto. La jornada se prolongó bajo la carpa con la actuación de Los Tenampas. Y ganas de cantar y bailar no faltaron entre todas las generaciones en un valle que presume de buenas voces y mejor temple.
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