Recogida la cosecha, los y las baserritarras de Leitza y Areso volvieron ayer a la plaza en la feria que organiza el grupo de consumo Leitzeko desde hace ocho años para poner en valor su trabajo e impulsar el consumo de producto de cercanía para el desarrollo local y el mantenimiento de formas de vida dignas y sostenibles en el medio rural. Mal año para el campo por la sequía, se notó en que había menos variedad en los puestos, 16 en total. Así, no había manzanas y apenas nueces y alubias entre otros productos, aunque si se pudieron ver lustrosos puerros o acelgas junto a hermosas calabazas, entre otros.

Las baserritarras volvieron ayer a la plaza con productos del caserío. Nerea Mazkiaran

“Aunque dicen que también hay menos patata, nosotros hemos cogido normal”, apuntó Ana Beatriz, del Aienea, habitual en esta feria. Y es que posibilita a los baserritarras a vender el excedente de los productos de su caserío y establecer contactos.

Este año también ha sido malo para la apicultura, al menos en esta parte de Navarra, y ayer no había ningún puesto de miel cuando lo habitual suelen ser tres, según apuntaron desde Leitzeko.

Ayer el ganado también volvió a la plaza, como en las ferias de antes, con más cabezas que nunca entre ovejas, cabras, yeguas y bovino de cuatro ganaderos de Leitza además de aves y conejos de diferentes caseríos.

La feria ha estado precedida por un ciclo de actividades con el lema Izan burujabe. Arrancó el pasado martes con taller sobre la factura de la luz y el gas. Al día siguiente se proyectó el documental Itsasoiko y después una charla sobre pesca sostenible con miembros de la asociación Ondarroa 12 Milia. Además, esta actividad también se llevó a cabo en el instituto. El jueves hubo concierto y el viernes pintxo pote con producto local. Por otro lado, el sábado tuvo lugar un encuentro sobre comunidades energéticas renovables.