El Bar Izarra de la calle Calderería 20 de Estella-Lizarra cierra sus puertas tras 58 años siendo un referente de la hostelería de la ciudad del Ega, un negocio familiar entre las plazas de Santiago y de los Fueros con terraza y restaurante que dará paso en unas semanas a un nuevo proyecto en el antiguo Pigor, que cerró el pasado mes de octubre.

"Solo tenemos palabras de agradecimiento para todas las personas que se han cruzado en este camino. Equipos de cocina, de comedor, de barra y terraza, comerciales, repartidores, familiares que con su gran corazón siempre han estado ahí ayudando; especialmente nuestra tía Puy, Casildo y Amalia, quienes comenzaron esta historia", destacan en su mensaje de despedida desde el Bar Izarra. El edificio lo adquirieron los padres de Roberto Comas, encargado del bar, en 1965, a su regreso de Australia, donde estuvieron trabajando.

"Hemos vivido momentos buenos y malos, duros y reconfortantes,difíciles y felices. Como la vida misma, pero en este rincón de Estella, este rincón en el que muchos de vosotr@s, clientes, también habréis vivido momentos inolvidables, llenos de alegría, a veces tristezas, celebraciones, despedidas, bodas, nuevos comienzos, cambios de etapas, amistades, declaraciones de amor y fiestas, muchas fiestas. Todo se queda guardado en estas cuatro paredes, entre las dos plazas de nuestra ciudad y también en nuestros corazones. Todos esos momentos siempre tendrán vida. Gracias infinitas y de verdad por acompañarnos, en este nuestro mundo, en esta nuestra vida, en esta nuestra historia. Esto va para tod@s y cada uno y una de los que habéis formado parte de ella, vosotr@s sabéis, sois tantos y tantas... Imposible enumerar. Por eso, mil gracias de corazón".

Ahora toca vivir un ciclo diferente.  Roberto ha estado trabajando en el local desde su adolescencia, junto a su hermana Mari Carmen Comas, toda una vida dedicada al negocio familiar y a servir comida casera y de calidad. "Esto no es un adiós, es un hasta luego, un hasta siempre amig@s". 

El Bar Izarra agasajará a sus clientes con un vermut el domingo 18. "Sacaremos pinchos a raudales, beberemos, cantaremos, bailaremos y... ¿Por qué no? También lloraremos...".