Llega el mes de abril y comienza la temporada de caza en rececho del más pequeño de los cérvidos europeos, hasta hace unas décadas era una especie casi desconocida en nuestro país, no así en Europa donde, desde hace siglos, tienen una gran tradición en su caza y gozaba de gran popularidad, prueba de ello son las numerosas publicaciones que existen sobre este tema desde el siglo XIX, en inglés, alemán, francés, etc. En los años 60, en nuestro país, las poblaciones de corzo se hallaban reducidas, casi exclusivamente, en la Cordillera Cantábrica, en el Sistema Central, en los Montes de Toledo y en la Sierra de Cádiz. A partir de los años 70 se producen unos cambios en el mundo rural que favorecen la expansión de esta especie, que actualmente coloniza, con éxito, gran parte de nuestro territorio llegando a provocar serios problemas por los daños que produce en la agricultura y silvicultura o por los accidentes de tráfico por atropello.

La batida es la forma más antigua de cazarlo, a los alicientes de una caza social se suma la colaboración, imprescindible, de buenos perros, lo cual aumenta su atractivo. Es una modalidad no exenta de dificultades y es correcta para un buen control de las poblaciones de este cérvido.

Se puede cazar sin gestionar, así lo ha practicado la humanidad durante miles de años, pero actualmente, el respeto por la naturaleza nos obliga a cambiar nuestras formas de caza, debemos hacerlo de una forma sostenible mediante una correcta gestión, buscando no solo un control numérico de las poblaciones de fauna cinegética, sino también su equilibrio y salud. En estos últimos aspectos es donde la caza a rececho se muestra como la herramienta más eficaz.

El rececho, reconocida como la modalidad más adecuada para una buena gestión, tiene como objetivo no solo mantener las poblaciones de corzo sanas, sino también equilibradas por sexos y edades, favoreciendo de esta forma la consecución de buenos ejemplares. Para recechar con éxito es necesario poseer no solamente conocimientos teóricos, el conocimiento del terreno y de las querencias de los corzos son factores muy importantes, también hay que tener instinto de caza y habilidad para desplazarse por el campo de una forma silenciosa y discreta, teniendo siempre en cuenta la dirección del viento. A partir de abril y en función de los cambios que se producen en la naturaleza y también en la biología del corzo, en cada mes su caza tiene unas características diferentes y como consecuencia debe cambiar nuestro comportamiento y estrategia como cazadores.

Para cazar correctamente lo primero que tenemos que hacer es conocer, a fondo, al animal que queremos capturar, su morfología, biología y hábitos. En Adecana siempre hemos recomendado la lectura de los muchos y buenos libros que sobre el corzo y su caza se han escrito en los últimos años por autores con gran experiencia y capacidad de comunicación, así como ver los buenos vídeos que se han realizado sobre este tema. Esto, aparte de aumentar nuestros conocimientos también nos proporcionará momentos de gran disfrute, con su lectura y posteriormente mayor éxito en el campo.

Curso de seguridad en la caza y en la naturaleza

El viernes, 14 de abril, de 19 a 20:30 horas, en la sede de Cruz Roja Navarra (calle Leyre, 6 – Pamplona) se va a impartir un taller gratuito sobre “Seguridad en la caza y en la naturaleza”. Toda actividad humana conlleva el riesgo de sufrir accidentes, la caza, que no es una excepción, tiene un índice de siniestralidad muy bajo, inferior al que tienen otras muchas actividades. Los cazadores tienen un gran nivel de conocimientos en temas de seguridad, adquiridos en gran medida por la transmisión oral entre generaciones y está demostrado que la práctica totalidad de los accidentes que se producen, en la caza, son los mismos que pueden ocurrirle a cualquier persona que, por trabajo o por ocio, se encuentre en la naturaleza. Está comprobado que muchos de los accidentes que se producen en cualquier actividad humana, ocurren por exceso de confianza, al relajar las medidas de precaución y la atención.

Para la realización de este taller, Cruz Roja cuenta con la colaboración de Adecana, que tiene como objetivo la formación integral del cazador y que viene impartiéndolo desde hace años. En el curso se recordarán los principios básicos de comportamiento, prudencia y seguridad al encontrarnos en la naturaleza y los relacionados con nuestra salud, para reducir el riesgo de sufrir accidentes al mínimo inevitable. Se hará especial mención de todos los aspectos de riesgo y de prudencia relacionados con la práctica de la caza, sobre todo de las modalidades colectivas, ojeos, batidas y monterías.

El curso es gratuito, pero para su correcta organización y control del aforo es conveniente inscribirse en el mismo llamando a los teléfonos 948 20 63 60 – 948 20 65 70 o en cigea@cruzroja.es.