Eran unos críos, sí, pero la ilusión, las ganas y la afición por la música fueron más que suficientes para superar cualquier impedimento que se les pusiese en el camino. Y es que, aunque parece que fue ayer, ya han pasado 25 años desde que un grupo de marcilleses de 10 años impulsara la txaranga El Cohete. “Todo empezó en las fiestas patronales de san Bartolomé de 1998; unos cuantos de la peña El Cohete que tocábamos algún instrumento, de ahí el nombre de la agrupación, nos empezamos a juntar”, explican.

Los artífices, y a quienes se les sumaron otros txikis de entre 7 y 9 años, fueron Daniel Gordo (bombo y platos); Aitor Goñi (caja); Javier Sobejano, Joseba Malo y Sergio Medina (trompeta); Joseba Goñi y Jorge Díez (saxofón alto); Joseba Díez (clarinete); y Asier Esparza (trombón). 

“Quedábamos después de comer y nos metíamos por las peñas de los mayores aunque solo nos sabíamos dos canciones: Pincho de tortilla y Ale Osasuna. No era un gran repertorio pero sacábamos para un refresco. Después, con el tiempo, fuimos ampliando tanto el repertorio como la plantilla”, recuerdan. De hecho, agradecen que tanto el director de la banda como algunos de sus músicos les dejaran más partituras y fue a partir de entonces cuando comenzaron a hacer bolos por la calle “como fiestas de barrios particulares, quintadas de cuadrillas y pequeñas actuaciones organizadas por el Ayuntamiento como el Día del Niño”.

Una de las primeras imágenes que tienen de los inicios de la agrupación musical

Incondicionales en fiestas

Eso sí, su reto estaba claro: tocar en fiestas de agosto. “Cada vez que teníamos ocasión nos uníamos a la charanga Ecos del Cidacos para aprender y disfrutar con ellos. Después empezamos haciendo los bochos y, finalmente, nos quedamos con todos los actos. También salimos a otras localidades como Urdiain, Vitoria, Olite o Mendavia”.

Para los integrantes de El Cohete, insisten, aún a día de hoy “es un orgullo tocar en nuestro pueblo y es algo que hacemos desde hace tantos años que no concebimos unas fiestas sin tocar”. Además, y como anécdota, cuentan que la txaranga tiene desde hace unos años un himno propio que nació a raíz de un concurso impulsado por la sociedad Ana de Velasco y que arranca diciendo: Despertad que suena el cohete y el encierro va a comenzar, que tenemos que ir a almorzar para si todos cantar (...) ¡Viva la txaranga El Cohete, si señor!

“Nos metíamos a tocar por las peñas de los mayores aunque solo nos sabíamos dos canciones”

Joseba Goñi, Javier Sobejano y Sergio Medina - Integrantes de la txaranga desde sus inicios

25º aniversario

En la actualidad, y tras la ida y venida de varios componentes, están al pie del cañón Aitor Goñi, Julen Esparza, Javier Soberano, Omar Cristóbal, Sergio Medina, Joseba Díez, Joseba Goñi, Jorge Díez, Aaron Pérez, Josu Villanueva, Daniel Malo, Rubén Jaurrieta, Iñigo alemán y Joseba Malo. Y también suelen echarles una mano cada vez que los llaman Iñigo Armañanzas, Daniel Echeverria, Imanol Cambra, Cristóbal Asla y Samuel Díez.

Este sábado nadie va a quedar impasible y ningún vecino pasará por alto esta efeméride tan especial, y es que los componentes de la txaranga han organizado una programación a la altura de las circunstancias. De hecho, cuentan, los actos arrancarán a las 9.30 horas con las dianas en las que participarán las peñas y en las que harán una pequeña parada en la residencia y después otra en el Postigo.

A mediodía el ambiente está asegurado puesto que diversas asociaciones de la localidad se sumarán a la fiesta; darán una vuelta con los gigantes, los dantzaris bailarán en la plaza, y habrá un pequeño concierto de jotas y otro de mariachis. 

La agenda seguirá con una comida popular en la pista cubierta de las escuelas que consistirá en ensaladas mixtas y paella, y después irán a la sala Wekeend, local en el que dos de los integrantes de El Cohete, Julen Esparza e Iñigo Armañanzas, se encargarán de pinchar música. 

Para ir cerrando el día, en torno a las 20.00 horas la txaranga realizará una ronda por los bares y, apuntan, “a la noche, quién sabe, puede que hagamos un bocho; no está programado, pero todo puede ser”.

Los integrantes de la txaranga durante un pasacalles

Con muchas ganas e ilusión, recalcan, “esperamos que la gente nos acompañe y disfrute de este bonito día y aniversario con nosotros”. 

En este año tan especial también estarán presentes en Quintos, saldrán a tocar a algún otro municipio de la zona y, “por supuesto, estaremos en las fiestas de San Bartolomé”.

Relevo generacional

Tras superar momentos de incertidumbre con la pandemia de por medio y de tener que compaginar este hobby con sus trabajos, aseguran que es algo que merece la pena y, además, reiteran, “la música en Marcilla es muy importante y no queremos que esto se pierda, por ello cualquier músico joven interesado en aprender y pasar un buen rato tiene las puertas abiertas para ensayar y compartir tiempo musical con nosotros”.