Los cambios en el servicio de transporte entre Pamplona y Sakana con la implantación del NBus han generado “enfado y rabia”, entre los vecinos y vecinas de Irurtzun, según asegura Josune Lakuntza, una vecina que traslada el malestar de numerosas personas usuarias. “Además de disminuir la frecuencia de autobuses, se han incrementado los tiempos de espera y a veces no hay plazas libres”, destaca.

La nueva concesión trajo consigo la prohibición a otras empresas de autobuses de recoger y dejar pasajeros en Irurtzun. “Estas decisiones han tenido un impacto negativo en la movilidad de la ciudadanía y han generado una serie de inconvenientes en nuestra comunidad”, señala Lakuntza. Al respecto, incide en que “los horarios poco flexibles han causado demoras que afectan directamente a la puntualidad en el trabajo, los estudios y otros compromisos importantes”.

MENOS FRECUENCIA

En el trayecto Irurtzun-Pamplona de las 79 rutas semanales que había antes del cambio ahora son 59, 20 menos. En el sentido contrario se han perdido 24 porque se ha pasado de 67 a 43 en la actualidad. Así, suman 44 rutas menos a la semana, según una comparativa realizada. Lo cierto es que el incremento del tiempo de espera significa que hay más viajeros, y por tanto, más posibilidades de que vaya lleno. Mientras tanto, ven pasar autobuses de otra línea que tiene prohibido coger viajeros. “Puede ocurrir que NBus llegue lleno a Irurtzun y te deje en tierra. Ya ha ocurrido. Después de una espera de media hora , una veintena de personas no pudieron subir al autobús, incluso las que habían cogido el billete por internet. Todo esto con personas que iban al trabajo”, apunta. “En esta situación las personas mayores y las mujeres son las más vulnerables. Personas que no tienen capacidad de reservar por internet y pueden estar en la parada las primeras y no tener preferencia sobre las que tienen billete y quedarse en tierra o mujeres que trabajan por horas en Pamplona además de cuidadoras que libran el fin de semana”, subraya.

Dadas las quejas existentes, el Ayuntamiento ha difundido un cuestionario para la valoración del transporte público actual con el fin de conocer la situación real y trasladarla a la Dirección General de Transportes y Sostenibilidad del Gobierno de Navarra. “Hasta la fecha hemos recogido unas 40 encuestas con la opinión de los vecinos y vecinas que estamos estudiando. La reunión será el 18 de octubre”, adelanta el alcalde, Unai Razkin. “La pérdida de opciones para coger el transporte público es evidente. También otras cuestiones como la masificación de algunos horarios, la impuntualidad, la no obligatoriedad de coger a todas las personas que esperan en la parada o en la misma consigna de Iruña”, incide. “Desde el Ayuntamiento les hemos trasladado las carencias del servicio. La actual situación se debe a la nula predisposición del departamento a que participasen las entidades locales y usuarios en el proceso de licitación”, dice Iriarte.

EN CORTO

Cambios. El nuevo servicio ha traído consigo la prohibición a otras compañías de recoger y dejar pasajeros en Irurtzun. Antes también operaban La Muguiroarra, Leitzaran y La Roncalesa.

Encuestas. El Ayuntamiento ha difundido un cuestionario para conocer la opinión de los vecinos y vecinas.

LA CIFRA

En el trayecto Irurtzun-Pamplona hay 20 rutas menos y en sentido contrario se han perdido 24.