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La Iglesia del Santo Sepulcro de Estella luce de nuevo con su fachada restaurada

La consejera Esnaola ha visitado la fachada restaurada de la Iglesia del Santo Sepulcro, una de las mejores decoraciones escultóricas del gótico navarro

La Iglesia del Santo Sepulcro de Estella luce de nuevo con su fachada restauradaCEDIDA

La consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola, ha visitado este lunes la fachada restaurada de la Iglesia del Santo Sepulcro, de Estella-Lizarra, una de las mejores decoraciones escultóricas del gótico navarro.

El objetivo de la intervención en la portada norte ha sido garantizar la conservación de este elemento del monumento, una vez recuperados los ábsides y cubiertas en los años anteriores, y promover un mejor conocimiento y valoración de esta joya estellesa, que recibe a quien llega a la ciudad del Ega por el Camino de Santiago.

Se trata de la primera actuación completada con arreglo al Plan General de Actuación Jacobeo 27, un convenio entre el Ejecutivo y el Arzobispado, y en la que la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha invertido 507.616,09 euros.

En la visita, también han participado en la visita la alcaldesa de Estella-Lizarra, Marta Ruiz de Alda, el director general de Cultura-Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía, y el ecónomo diocesano del Arzobispado, Jorge Irurzun, además de personal técnico del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra. 

Escultura monumental

La intervención ha puesto de relieve, más aún, la portada y su escultura monumental, que se extiende a ambos lados a lo largo de la fachada norte. Los trabajos en los muros lisos y arcosolios incluyeron el saneamiento y cajeo de sillares arenizados y excesivamente erosionados para su posterior sustitución por piedra caliza similar a la original o piedra artificial en función del volumen y características del elemento a reconstruir, la eliminación de rejuntados de cemento tipo Portland, (material perjudicial para la piedra); la limpieza de la costra negra que afea y daña la fábrica de sillar de piedra mediante proyección controlada de árido; la recuperación de las dimensiones originales de los arcosolios y montantes a los lados de la portada; el rejuntado final de toda la fábrica con mortero de cal; la reconstrucción de los soportes para las dos grandes esculturas que flanquean la portada y además la sustitución de los sillares de escalinata de acceso por nuevas gradas de piedra caliza que permiten acceder a partir de ahora con mayor seguridad, para lo cual además se han colocado sendas barandillas. 

La puerta de acceso, de madera guarnecida con grandes herrajes, ha visto eliminada la pintura gris de acabado metálico para mostrar un aspecto más natural de madera vista protegida contra las inclemencias del tiempo y el uso.

La parte más compleja de la intervención ha sido el trabajo realizado en la escultura monumental, que ha incluido la eliminación de agentes causantes de biodeterioro, la fijación de capas superficiales, la adhesión y cosido de fragmentos, el tratamiento de morteros de junta, relleno de fisuras y grietas, la consolidación de piedra en zonas arenizadas, reintegraciones volumétricas en piedra artificial y sustituciones allí donde la piedra había perdido su capacidad estructural, y la limpieza de la superficie pétrea, que constituye la parte más llamativa del resultado de la intervención en la fachada. 

Para la limpieza de la piedra se ha empleado una combinación de métodos habituales en recuperación de escultura monumental, como láser, microabrasión y microproyección, que se aplican en función de las características de las áreas a tratar. Además, se ha acometido un tratamiento mínimo de reintegración y protección de elementos policromados, que junto con la limpieza constituye la parte más delicada y comprometida de la intervención. 

Finalmente se ha instalado una nueva iluminación monumental, que junto con el proyecto del Ayuntamiento de mejorar la urbanización del área de esparcimiento existente entre la iglesia y el río, ayude a disfrutar de este emblemático espacio de Estella, verdadera tarjeta de presentación y bienvenida al peregrino y a cuantos paseantes caminen por la zona. 

Como tantos otros ejemplos en Navarra esta es una de las portadas que conserva restos de la rica policromía que lucieron en su día. Llaman la atención las inscripciones de los cuadrilóbulos, referidas a los personajes situados directamente sobre ellos, así como los rameados que recorren el interior del guardapolvo de las arquivoltas, que dada su extremada delicadeza no han podido ser objeto de una limpieza más profunda ante el riesgo de perderlos completamente. 

En cuanto al color, destacan los tonos azules y verdes de muchos elementos presentes en la portada: las alas del ángel de la resurrección, las hojas y los fondos. Los tonos rojos presentes en la vuelta de los mantos y vestiduras de los diferentes personajes, algunos animales. También contribuyen a animar y aumentar el realismo y la viveza de las esculturas los finos trazos de cejas y ojos, las barbas rubias y rojizas de los asistentes a la Ultima Cena

La consejera Esnaola (abajo en el centro) en la visita de este lunes al Santo Sepulcro de Estella-Lizarra.

Se encuentran en fase de estudio las inscripciones en grafía propia del siglo XIV que aparecen dispersas por toda la fachada, junto con otras que aún son un misterio. 

La retirada de la costra de suciedad acumulada permite reconocer ahora detalles de gran riqueza en los capiteles, que entre la hojarasca atesoran animales, personajes cargados con cestas, seres zoomorfos y un sinfín de pequeños elementos que sorprenden a cada paso.

A día de hoy el máximo atractivo artístico de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural, se encuentra en la fachada norte, con uno de los despliegues escultóricos más interesantes del gótico navarro junto con Santa María de Olite

La primera cita documental de la iglesia data de 1135. La historia constructiva de la iglesia ilustra las peripecias vividas por el edificio que, a causa de la carencia de recursos económicos, quedó sin terminar hacia el lado sur, ya contra el terreno. Su magnífica portada gótica asentó los elementos que sucesivas construcciones habían colocado tras ella y los hizo llegar hasta la actualidad. Abierta al Camino, la portada se articula en un gran arco apuntado y con doce arquivoltas lisas, que descansan en baquetones apoyados sobre plintos poligonales. Con un esquema apaisado, los capiteles presentan motivos muy similares a los capiteles del ala este del claustro de la catedral de Pamplona. 

Su situación estratégica determinó una compleja evolución constructiva, priorizando la fachada norte, abierta a la Rúa. En lo más alto de la fachada, y presidiendo la portada, se encuentra una excepcional representación de Cristo resucitado, y bajo esta delicadísima una línea de ángeles con instrumentos del martirio situada en las claves de las arquivoltas nos dirige al interior dela iglesia a través del tímpano, que muestra escenas de la Pasión, en las que destaca el Calvario sobre una extensa representación de la Ultima Cena labrada en un único bloque de piedra, y un grupo exquisito de soldados dormidos junto al sepulcro que visten armaduras inglesas de la época. Fuera de la portada en sí, destacan las arquerías, que acogen a 12 figuras de gran tamaño de un elegante apostolado, surgidas de la mano de tres diferentes maestros escultores, con diferentes habilidades. A la derecha de la fachada se sitúa un gran arcosolio gótico con decoración, coronado por una estatuilla de San Juan Bautista, y el lado izquierdo de la gran fachada aloja tres arcosolios más pequeños y más antiguos, pertenecientes a una fase anterior.

Primera obra restaurada en el Plan de Actuación Jacobeo 27

La obra, contemplada dentro del Plan General de Actuación Jacobeo 27, desarrollado gracias a un convenio firmado entre la Dirección General de Cultura y el Arzobispado de Pamplona y Tudela. Conforme a lo acordado, se prevé restaurar entre 2024 y 2026 tres monumentos claves situados en el Camino de Santiago Francés: el Santo Sepulcro en Estella, Santa María de Viana y San Salvador de Sangüesa. El presupuesto total de las obras es de cuatro millones de euros, que está siendo asumido a partes iguales por ambas instituciones.

La restauración de la fachada del Santo Sepulcro, iniciada en octubre de 2024, es fruto del trabajo de los técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico y especialistas de varios campos desarrollados durante la última década. 

De acuerdo con los estudios previos, levantamientos de planos, ortofotografías y demás se redactó en 2024 el proyecto, y se licitó en septiembre del mismo año, siendo Construcciones Leache la empresa adjudicataria.