Martín Gamboa Huarte (Bilbao, 1958) ha publicado Perros de Pastor, una novela que relata una historia personal que ofrece una mirada a la vida rural de la primera mitad del siglo XX, un mundo que conoce bien. Y es que por razones de salud vivió en Uharte Arakil con sus abuelos maternos buena parte de su infancia, desde los dos a los diez años. Buen estudiante, fue becado a Estados Unidos antes de entrar en la Universidad. A su vuelta, comenzó a estudiar Ingeniería en Zaragoza y en 1981 se graduó en Madrid como ingeniero superior de Telecomunicaciones.

Después de trabajar durante cuatro décadas en proyectos internacionales de tecnologías avanzas, se jubiló en 2023. “Eran textos complejos y el 90% eran para dar malas noticias. Pasé de escribir sobre temas que no me hacen gracia y me aburren a disfrutar escribiendo sobre asuntos que me encantan”, cuenta.

A través de una prosa envolvente habla de lo universal desde lo local, abordando temas como la pobreza, las diferencias sociales y las costumbres de la época. “Invito al lector a reflexionar sobre valores como la familia, el sacrificio y la fortaleza ante adversidades. Busco que el lector sienta emociones, todo menos que se quede indiferente”, observa.

Martín Gamboa, con el libro. Nerea Mazkiaran

El protagonista es Inaxio, marcado por la pérdida, el rechazo y el anhelo de pertenencia. “Es la historia de mi abuelo, un pastor de la sierra de Aralar que sobrevivió a la miseria. Escapó seis veces de la muerte, que le llegó con 83 años en la cama y rodeado de los suyos”, cuenta. A través de sus vivencias se despliega un retrato íntimo con muchos matices y una cuidada ambientación. “Nacido en 1891, era el mayor de tres hermanos. Perdió a su padre con 7 años y a su madre con 13. Huérfano, fue de criado a Iribas, donde aprendió el oficio de pastor. Conoció para su desgracia a Alfonso XIII, que visitaba regularmente el santuario de San Miguel de Aralar y se comía los corderos de pastores. Todavía la Casa Real le debe más de un centenar de corderos. Estuvo en la guerra de África, vivió la República, la Guerra Civil. También le tocó ver como ardía su casa”, apunta. Y es que el 1 de septiembre de 1961, un día antes de la fecha prevista para el primer Artzai Eguna de Uharte Arakil, un gran incendio devoró una cuarta parte del pueblo.

A lo largo de 432 páginas, desgrana la vida de su abuelo Inaxio a partir de los recuerdos que guarda de su infancia. “Era un niño enfermizo, enclenque. No me dejaban jugar con los amigos y mi abuelo me contaba historias que yo creía que eran cuentos”, apunta. Así, construye un relato que muestra el recorrido vital de Inaxio, con sus alegrías y tristezas. Una constante en su vida fueron los perros, desde Bat, que le acompañó desde Uharte Arakil a Iribas, al que le siguieron casi una decena más, animales que añaden una dimensión tierna y leal a esta historia de superación, lealtad y búsqueda de identidad. “Eran perros de trabajo, una herramienta extraordinaria que tenía el pastor para cuidar al rebaño. También era un amigo. En el monte estaban solos, con la única compañía de sus perros. Siempre le sirvieron con lealtad y fueron miembros de la familia. La relación con los perros de dos patas fue otro cantar muy diferente”, indica.

Gamboa habla de un modo de vida ligado a la tierra, de tradiciones, paisajes y costumbres con una cuidada inclusión de términos en euskera para explicar el día a día de su abuelo. Con algunos ajustes en ritmo y enfoque, aborda cuestiones como la orfandad, el rechazo, la lucha por encontrar un lugar en el mundo y el impacto del entorno social y familiar que conectan a un nivel emocional profundo.

“Es una novela que la tuve en mi cabeza muchos años sin poder escribirla. Es algo que sentía que le debía a mi abuelo, cuya vida merecía la pena ser contada. Realmente la escribió él con su vida azarosa, que es para enmarcar. Yo solamente me he limitado a ponerla en limpio de pasar de manera ordenada a papel aquellos recuerdos de niño que todavía mantengo frescos en mi memoria y que los recordaré siemprehasta que me vaya”, indica.

A esta novela le seguirán otras más que ya están en el horno y que verán la luz en los próximos años. “Es un viaje sin retorno hacia la imaginación, hasta que el cuerpo aguante. La segunda se desarrolla en Luzaide”, avanza.

ILUSTRACIONES

La portada es de Martintxo Altzueta (Pamplona, 1972), pintor e ilustrador con una amplia experiencia. “Sus ilustraciones están llenas de color y de garra, utilizando para sus personajes las caras de sus amigos y conocidos de siempre. Las escenas que pinta nunca dejan indiferente a la gente que las observa. Es el ilustrador que Inaxio necesita. En sus dibujos refleja muchos detalles sutiles que trascienden a las palabras escritas; como la fragancia de los grandes perfumes”, destaca Gamboa.

La novela ha sido publicada por Autografía editorial. Se puede adquirir en www.autografia.es. y en librerías. Este pasado domingo, con motivo del Artzai Eguna, puso a la venta el libro en Uharte Arakil. Además se obsequió con ejemplares a los ganadores de los principales concursos de la fiesta del pastoreo.