El Gobierno de Navarra ha autorizado en su sesión de hoy al director general de Cultura – Institución Príncipe de Viana para la celebración del contrato de obras de la segunda fase de la rehabilitación de la hospedería del Monasterio de Leyre, que consistirá en la adecuación de las estancias de este edificio para su uso como apartamentos turísticos. Se ha autorizado además la adquisición de un compromiso de gasto plurianual por un importe máximo de 4.498.594,43 euros (IVA incluido) para financiar este contrato, con cargo a los presupuestos de 2026, 2027 y 2028, fecha prevista de finalización de las obras. 

Tras una primera fase de trabajos centrada en derribos y obras necesarias para la consolidación estructural del inmueble, se acomete ahora una segunda fase de adecuación del edificio para uso residencial público, conforme a la normativa vigente. El plazo de ejecución de esta segunda fase de las obras es de 20 meses, con una inversión prevista de 2 millones de euros en 2026, un total de 1,7 millones en 2027 y 798.594,43 euros en 2028, a cargo de la partida de conservación, restauración y adecuación de monumentos del Gobierno de Navarra de cada uno de estos ejercicios. 

Avanza así un proyecto de interés cultural y turístico para Navarra sobre un conjunto monástico que es propiedad del Gobierno foral, si bien desde 1954 está cedido en usufructo a la comunidad benedictina de Leire, que lo habita y mantiene el culto. 

La remodelación integral de la Hospedería del Monasterio de Leyre ha sido acordada con la comunidad benedictina, partiendo de la necesidad de adecuar el inmueble a la normativa actual, además de garantizar una gestión como alojamiento turístico que garantice su sostenibilidad y adecuación a las nuevas necesidades del sector. 

Primera fase de las obras ya ejecutada

El Monasterio de San Salvador de Leyre, ubicado en el término municipal de Yesa, fue declarado monumento nacional por Real Orden de 16 de octubre de 1867. Tiene además la consideración y denominación de Bien de Interés Cultural, en aplicación de la disposición adicional primera de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. Se trata de uno de los conjuntos monásticos más importantes del Estado, por su relevancia histórica y arquitectónica, con diferentes elementos que se remontan al siglo X y alcanzan hasta el siglo XVI. 

El conjunto cuenta con un edificio conventual sujeto a clausura, la iglesia abacial y su cripta, un edificio de recepción de visitantes y la hospedería que es objeto del actual proyecto de remodelación, que se levantó en los años 50 y 70 del siglo pasado, sobre las ruinas del antiguo monasterio. Antes de iniciar su reforma, la hospedería operaba como un hotel de dos estrellas, con capacidad de 58 personas, en 12 habitaciones individuales, 17 dobles y 3 cuádruples, además de un restaurante para clientes y visitantes. 

La hospedería está formada por dos alas: este y norte. El extremo sur del ala este está unido a la cabecera de la iglesia. La planta en forma de 'L 'del edificio configura, junto con la fachada septentrional de la iglesia, un espacio ajardinado de planta cuadrada, donde pudo estar el claustro del antiguo monasterio.

Su estado aconsejó iniciar una reforma integral para adaptar el edificio a las nuevas exigencias normativas en dos fases independientes y consecutivas. La primera fase, iniciada en octubre de 2024 y ya culminada, ha estado centrada en derribos y consolidación estructural del inmueble. El proyecto y dirección de obra han estado a cargo de la arquitecta Amaia Prat y la aparejadora Alicia Huarte, técnicas del Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana por un importe cercano a los 800.000 euros. 

Edificio adquirido por la Diputación Foral de Navarra en 1937

El monasterio de San Salvador de Leyre fue adquirido por la Diputación Foral de Navarra en el año 1937. En 1946, y tras más de un siglo abandonado, la Diputación firmó un convenio con la comunidad benedictina de Santo Domingo de Silos y se comprometió a reconstruir el conjunto con todas las dependencias necesarias para recuperar la vida monástica perdida, incluida una hospedería. Entre 1945 y 1956 se llevó a cabo la restauración de la iglesia y la zona de clausura.

Entre los años 1956 y 1959, y bajo la dirección de la Institución Príncipe de Viana, se rehabilitó la edificación situada junto al acceso a la cripta, que constituye el ala este de la actual hospedería y se adecuaron en ella 15 habitaciones para recuperar el uso de hospedería monástica. 

Para dar respuesta a la creciente afluencia de visitantes que se produjo a partir de finales de los años 60, entre 1970 y 1974, la Institución Príncipe de Viana llevó a cabo en la zona norte, correspondiente a las ruinas del primitivo monasterio, trabajos de excavación arqueológica, consolidación y restauración, con la intención de completar la reconstrucción del conjunto monástico y ampliar la hospedería. En 1975 el arquitecto de la Institución Príncipe de Viana José María Yárnoz redactó, por encargo de la Diputación, el proyecto de ampliación de la hospedería. En la memoria del proyecto el arquitecto proponía la reforma de los 997 m2 de la hospedería existente y la construcción de aproximadamente 955 m2 sobre las ruinas del ala norte del antiguo monasterio. 

Las obras de ampliación se ejecutaron entre los años 1976 y 1978. Desde entonces, la Institución Príncipe de Viana y la comunidad benedictina han llevado a cabo varias reformas y trabajos de mejora para tratar de ir adaptando el edificio a las necesidades de las personas usuarias y a las exigencias de la normativa.

En los últimos años, la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana está llevando a cabo una serie de actuaciones en el conjunto monástico con el fin de adaptarlo a las necesidades actuales y mejorar la visita turística. Entre 2016-2017 y 2021-2022 se rehabilitó la antigua licorería, situada junto al aparcamiento, como edificio de recepción de visitantes y bar-cafetería. Entre 2024 y 2025 se han llevado a cabo dos proyectos de mejora de la eficiencia energética, financiados principalmente con fondos europeos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, que han consistido en la creación de una instalación fotovoltaica para autoconsumo y en la sustitución de las instalaciones térmicas de gasoil existentes por un sistema de aerotermia y calderas de biomasa.