el Palacio de Goyeneche, en el Nuevo Baztán, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1980, es una joya del barroco y por fin luce como tal, una vez ejecutadas las obras de su cuidada restauración que permite respirar la atmósfera del siglo XVIII. Los trabajos de restauración y recuperación del Palacio de Goyeneche ya están dando sus frutos, formando parte de un conjunto declarado Monumento Histórico Artístico en 1941 y Bien de Interés Cultural en el año 2000 y que constituye en el Estado uno de los primeros casos de poblaciones industriales de nueva planta.

El municipio de Nuevo Baztán se debe al proyecto de Juan de Goyeneche, natural de Arizkun, quien decidió levantarlo en la provincia de Madrid, con el nombre de su Valle de Baztan de origen, un complejo de fábricas dedicado a elaborar artículos para las capas altas de la sociedad. El arizkundarra, posiblemente la figura más relevante de una pléyade de prohombres navarros, la mayoría baztandarras (“luego injustamente oscurecidos”, escribe Julio Caro Baroja) que en la llamada Hora navarra del XVIII ocupó los más importantes resortes del poder del Gobierno español.

Además de la restauración llevada a cabo, Jaime de los Santos, Consejero de Cultura Turismo y Deportes, ha anunciado que la Comunidad de Madrid dedicará en el actual ejercicio otros 450.000 euros que se dedicarán a la restauración de las caballerizas del palacio en la línea “de recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural” de la región. La apuesta pasa por “catalogar, conservar y divulgar el patrimonio, esencial para conocer el pasado, pero, sobre todo, para entender el presente y asegurar el futuro”.

El conjunto de Nuevo Baztán tiene tres plazas de carácter perfectamente diferenciado en función de la previsión de su uso, la Plaza Mayor, frente a la fachada del palacio de Goyeneche y la iglesia de San Francisco Javier, advocación que muestra cómo el fundador recuerda a su tierra de origen, es la más representativa y de mayores dimensiones, siendo el eje principal del conjunto. La plaza de Mercado, la menor, servía de lugar de encuentro para la transacciones, y la tercera, la plaza de Fiestas, presidida por la fachada trasera del palacio. Las antiguas caballerizas, donde se trabajará este año, se encuentran en un lateral del edificio.

singular La creación de un pueblo satélite, al que su denominación de Nuevo responde a la perfección ya que con anterioridad no existía en absoluto, es fiel reflejo del carácter y filosofía del fundador y de su incesante actividad. Decidido seguidor del progresista francés Jean-Baptiste Colbert (1619-1683) unido a la política y corriente conocida por colbertismo, Juan de Goyeneche compra un terreno en las cercanías de la villa de la Olmeda, donde desde 1710 posee una fábrica de paños que da trabajo a 800 personas.

El 4 de julio de 1713 adquiere una extensión de 4.500 fanegas (cada fanega equivale a 6.400 metros cuadrados) para desarrollar su proyecto de crear un complejo señorial- agrícola-industrial para repoblarlo con colonos y establecer varias manufacturas necesarias en el país que hasta entonces se importan del extranjero. Y encarga su diseño y ejecución a José Benito de Churriguera (1665-1725), a quien encomienda la construcción del palacio, la iglesia y 25 casas perfectamente alineadas y tiradas las calles a cordel en torno al palacio-iglesia, además de la decoración interior (el retablo mayor labrado en mármol de Cuenca, también es suyo), incluidas también explotaciones agrícolas, fábricas, un seminario de aprendizaje así como un mesón para albergue de los viajeros, mejora las comunicaciones y establece un hospital.

el fundador

Un vanguardista de Baztan

Juan de Goyeneche

Una sociedad muy mayoritariamente analfabeta favoreció, según varios autores, el imparable ascenso de los baztandarras a los puestos más destacados en la Corte, a la que llegaban gracias a las redes familiares, al menos conocedores de lectura, escritura y las cuatro reglas básicas recibidas en las escuelas de sus pueblos, mejoradas por el fundador ya en Madrid con sus estudios en el Colegio de la Compañía de Jesús. En un inciso, hay que señalar que, precisamente, son los jesuitas quienes hasta la actualidad se harán con la propiedad de la casa palacio construida por los Goyeneche en el barrio de Ordoki, en su Arizkun natal.

Juan de Goyeneche y Gastón, “hombre de grandes alientos”, nació el 12 de octubre de 1656, hijo de Martín de Goyeneche, dueño de Goyenechea en el barrio de Ordoki, y de Catalina Gastón, natural de Erratzu, y desde muy joven (con 13 años) marcha a Madrid. Sus amplios conocimientos de la economía y las finanzas de la época adquiridos con los jesuítas, le convierten en empresario y banquero y llega, entre otras tesorerías reales, a ser tesorero de Mariana de Neoburgo, y de las reinas María Luisa e Isabel de Farnesio, y, con posterioridad, secretario de Luis I en el poco tiempo que reinó en España. Este Luis I muere prematuramente, Felipe V vuelve al trono y en aquella Corte Juan de Goyeneche alcanza extraordinaria influencia que, con sus descendientes y familiares, conservará hasta que muere en Nuevo Baztán el 12 de abril de 1735 y, como deseaba, yace bajo la cúpula central de la iglesia de San Francisco Javier que él mismo había promovido.

goyeneche, periodista

Fundador de ‘La Gaceta’

Origen del BOE

De su capacidad de “persona originalísima”, su “capacidad para dominar los asuntos más diversos, su bondad y generosidad extraordinarias y su erudición sólida. También en su condición de vascongado de habla” (Julio Caro Baroja, La hora navarra del XVIII), su demostrada erudición y anhelos le moverán en 1661 a editar la primera Gaceta de Madrid, surgida como periódico de información general y con carácter privado, que pasaría a convertirse en el que conocemos, hasta el 1 de enero de 2009 en papel y ahora en internet, en el Boletín Oficial del Estado.

En 1685, como muestra de cuánto amaba a su país de origen, publicó su Executoria de la nobleza, antigvedad y blasones del Valle de Baztan, que dedica a sus hijos y originarios Juan de Goyeneche, en la Imprenta Román de Madrid. El original se reeditó en publicación muy digna hace unos años por la Asociación del Patrimonio de Nuevo Baztán, de la que son miembros y amigos varios baztandarras y navarros.

Otra muestra del poderío económico de Juan de Goyeneche es el palacio que mandó construir (no lo llegó a ocupar), obra también de José de Churriguera, en la céntrica calle de Alcalá de Madrid. Hoy, es la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y, también el construido en su barrio natal de Ordoki, en Arizkun, presidido por dos escudos iguales de los que se hablará en su día.

actualidad En su momento, Baztan disfrutó de la visita de Enrique de Bartolomé, párroco del municipio creado por Goyeneche y autor en 1981 de El Nuevo Baztán: Un caso histórico singular, bastante crítico con el tremendo desarrollo urbanístico (Eurovillas, Las Villas de Nuevo Baztán, Monte Acevedo y El Mirador del Baztán) que rodea el antiguo pueblo. Con anterioridad y por décadas el original Nuevo Baztán vivió tiempos de abandono y fue objeto del feroz vandalismo.

Se destruyeron las monumentales tinajas de barro de más de 5.000 litros que existían en las bodegas, y corrió la infundada leyenda de que Goyeneche había construido el pueblo para trasladar y acoger a los maltratados vecinos de Bozate, cuestión desmentida por los padrones municipales. Por fortuna, corren ahora mejores tiempos para Nuevo Baztán con su progresiva recuperación, y la obra cumbre de Juan de Goyeneche luce su grandeza de antaño.