La asociación AEMS-Ríos con Vida de Navarra ha presentado en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico una solicitud para la extinción de la concesión de la central hidroeléctrica de San Tiburcio, propiedad de Iberdrola. Esta central tiene sus instalaciones en el río Bidasoa entre las localidades de Doneztebe/Santesteban y Sunbilla y lleva 74 años vigente. La legislación pone un límite máximo a estas instalaciones de 75 años (caduca concretamente el 14 de octubre de 2021) e indica que se puede iniciar el expediente de extinción hasta 3 años antes de cumplirse dicho límite, razón por la que la asociación ha enviado la petición en este momento.

La citada instalación junto con su presa de Arrizurriaga, también conocida como de San Tiburcio, “además de los problemas ambientales que ha supuesto para la migración de salmones y la biodiversidad en la zona durante casi 75 años es origen de múltiples y repetidas inundaciones en Santesteban y un peligro oculto sobre la localidad de Sunbilla ante un posible colapso de la presa”, señalan en la nota.

inundaciones Según reflejan, la gente de Doneztebe está bastante harta de esta infraestructura. De hecho, Alfredo Zugarramurdi, que fuera alcalde en los años 80, ha ayudado con las alegaciones y lleva décadas quejándose de los efectos de la presa cada vez que hay una riada. Zugarramurdi nos recibe desde el balcón en la casa Uhartea, altura a la que llegó la riada en el año 1983, “tuvimos que sacar las vacas de la cuadra y echarlas al monte” recuerda en “la casa más inundada de toda Navarra. Desde que se construyó la presa hay prácticamente una inundación anual, en una época que nevaba más incluso dos anuales, por el deshielo. Y cada 20-30 años hay un episodio de gota fría, que se lo lleva todo: ocurrió en 1953, en 1983, 2002…”, señala, mientras muestra fotografías y documentos de esos años. “Es un problema gravísimo, que antes de la construcción de esta instalación no afectaba tanto en la zona. He estudiado la hemeroteca y no constan episodios tan virulentos de inundaciones antes de la década de 1950. Sin embargo, fue construirse la central y ya, en el año 1953 la riada se llevó por delante un tramo del ferrocarril del Bidasoa. Incluso creo que pudo ser un motivo para que el ferrocarril se extinguiera tres años más tarde, al no recibir indemnizaciones por los daños”. Zugarramurdi opina que este tipo de instalaciones tampoco generan gran cantidad de energía, ya que “un molino de viento produce más energía que todas las centrales que funcionan hoy en día en el Bidasoa”. Cree incluso que la supresión de dichas centrales y presas facilitaría la mejora de la maltrecha N-121-A, “ya que el trazado actual está condicionado en gran medida por estas instalaciones. Concretamente aquí, (señala al otro lado del río) tenemos uno de los mayores puntos negros de esta carretera y esa curva se podría suprimir si desaparece la presa de San Tiburcio”. Además de la solicitud de Ríos con Vida a la CHC, Zugarramurdi ha iniciado una recogida de firmas en Doneztebe, “sobre todo para dar a conocer la problemática, ya que mucha gente no la conoce o no se preocupa. Al igual que los gobiernos de Navarra de todos los colores que ha habido durante las últimas décadas, que hacen caso omiso. La única política que se preocupó por este tema fue Cristina Narbona, cuando fue diputada y ministra”.

restauración Jorge Valiente, de la asociación AEMS-Ríos con Vida de Navarra, espera que, tras la petición, “la CHC inicie el expediente de extinción y solicite a la empresa concesionaria la redacción de un proyecto para la restauración del río y eliminación de la infraestructuras para dejarlo lo más parecido a como estaba hace 75 años”.

Ha alegado para ello un motivo objetivo, “que no es interpretable o discrecional” (fin del periodo de concesión), pero también motivos medioambientales (paso para la fauna del río) y de seguridad (inundaciones...). “Todos tienen peso -señala Valiente-. Por un lado el fin del periodo de la concesión supone una vez caducada la reversión al estado de todos estos bienes. Eso supone que una vez caducada la presa, la central y el canal pertenecerían a la CHC. La CHC suponemos que pedirá la restauración del tramo ya que se sabe desde hace mucho tiempo que la existencia de esta infraestructura tiene no solo problemas ambientales(que lo tienen el resto de las instalaciones de este tipo del Bidasoa) , si no que encima provoca inundaciones recurrentes en Santesteban y es una bomba de relojería en caso de colapso para Sunbilla, que no ha sufrido inundaciones a causa de esta infraestructura nunca porque está aguas abajo, pero hay que saber que en riada el embalse que forma esta presa contiene mas de 10 millones de litros de agua los cuales en caso de colapso de una vieja presa con multitud de parches caerían sobre Sunbilla arrasando el pueblo”.

La CHC suele demorar las contestaciones bastante tiempo, por lo que “no esperamos una contestación antes de seis a nueve meses. La concesión caduca el 14 de octubre de 2021 lo que no sabemos es si Iberdrola solicitará la renovación de la concesión o decidirá que se caduque sin luchar por ella”, añade Valiente.

Los últimos años se están eliminando barreras en toda la cuenca del Bidasoa y afluentes y creen que los mas lógico sería eliminar también la instalación de San Tiburcio.

renovable si, no verde “De hecho -atestiguan- las minicentrales hidroeléctricas son energía renovable, pero no energía verde ya que en su producción destruyen tramos de río. Lo lógico es irlas eliminando paulatinamente e ir invirtiendo en energías renovables más verdes sobre todo en autoproducción con placas en los tejados de las casas, pequeños molinos en las zonas residenciales, en los polígonos industriales, etc. Lo lógico sería ir poco a poco ir hacia un sistema más distribuido de producción de energía en el que haya pequeños productores y la energía se consuma donde se produce, pero ante esto están en contra las grandes eléctricas españolas, obviamente, pero hacia eso se debe de tender”. En el Bidasoa se han ido eliminando muchas presas, pero hasta ahora todas estaban en desuso, habían sido abandonadas por sus antiguos propietarios y salvo las presas de Arraioz y Artesiaga que han sido eliminadas por el concesionario, el resto han sido eliminadas por la administración (Gobierno de Navarra o CHC).

En opinión de Valiente, “esto último es bastante vergonzoso ya que una empresa se beneficia de una concesión de producción de energía en la que el combustible (agua del río) es casi gratuito, el combustible no se consume pero hay un tramo de río que se queda sin él (el afectado por la derivación) y después de 75 años de facturar millones de euros deja las instalaciones en el río para que su desmantelamiento lo paguemos entre todos. Y pagamos ese desmantelamiento por el bien del río y en este caso además por el bien de un pueblo que sufre inundaciones a causa de esto de manera periódica. Por eso pedimos a la CHC que obligue a Iberdrola a redactar un proyecto de desmantelamiento porque si no volverá a pagar la sociedad, esa sociedad que paga la energía eléctrica a estas compañías”.

Hay que destacar que la central de San Tiburcio es la primera que caduca en el Bidasoa por alcanzar los 75 años de concesión, “pero en la próxima década caducan unas cuantas más y esperamos que puedan ir poco a poco siendo eliminadas. Esto será unas excelente noticias para el río y esperemos que se cumpla”, finalizan Valiente y Zugarramurdi.