Rebosa historia y es patrimonio de la ciudad. Ocuparon su solar los huertos del parcelario medieval, la trasera de la muralla del Burgo, parte del complejo de la Torre del Rey, los palacios de Cruzat y Armendáriz, la Casa del Reino, la Aduana o la Tabacalera. Y el antiguo convento de la Visitación de María fue uno de los edificios más emblemáticos del casco histórico de Pamplona. Construido en 1905, albergó hasta 2003 a la comunidad de clausura de las monjas Salesas. En desuso desde entonces y tras unas obras que comenzaron en junio de 2020 (el germen del proyecto se remonta 13 años en el tiempo) la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona inauguró ayer, por fin, su flamante nueva sede en el nº 12 de la calle Rincón de la Aduana, junto al paseo del Doctor Arazuri. Falta equipar las oficinas y lo más importante: trasladar a las 209 personas de una plantilla ahora disgregada en las calles General Chinchilla, Julián Arteaga y Navas de Tolosa.

Vista del interior de la nueva sede de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. Iñaki Porto

El edificio cuenta con 7.600 m2 construidos y 5.600 m2 útiles en tres plantas y un sótano. La baja se destinará en gran parte a oficinas del Servicio de Atención Ciudadana. El patio claustro, uno de los espacios más emblemáticos del nuevo inmueble, se habilitará como zona de espera para los ciudadanos y ciudadanas que deseen hacer alguna gestión en esa oficina. También en la planta baja se encuentra el salón Ansoleaga (antigua iglesia) que se destinará a reuniones de la asamblea general y otros eventos. En la planta baja también se ha acondicionado un espacio con una oficina de 30 m2 para utilización exclusiva de la UPNA en labores de información a la ciudadanía y reuniones de pequeño formato. Además, se contempla la utilización compartida con la universidad del salón Ansoleaga. Las plantas primera y segunda acogerán a diferentes equipos de trabajo de los departamentos del Ciclo Integral del Agua, Residuos y Transporte, así como gerencia, presidencia y personal de servicios generales. Finalmente, la planta tercera y el sótano se destinarán a sistemas técnicos y archivo.

La nueva casa de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) en Salesas. Iñaki Porto

La rehabilitación del antiguo convento de las Salesas, concebida con criterios de funcionalidad, ha respetado el valor histórico del edificio en una “obra larga y compleja”, confesó ayer Jesús Leache en la visita guiada al edificio. La dirección de obra ha correspondido al equipo intregado por los estudios Álvarez-Sala, Matos Castillo y Rueda Pizarro, con el apoyo en obra del estudio local Tabuenca y Leache. Jesús habló de “reconquistar, recuperar y rescatar para la ciudad espacios incógnitos como este patio de las Salesas”; defendió el cambio de los usos religiosos a su función actual como “uno de los atractivos de la rehabilitación”, en la que “dentro de un edificio que tiene sus intríngulis”, se ha buscado “una visión general y unitaria”. Con un objetivo prioritario: “que redunde en el bienestar y el confort de las personas que lo usarán habitualmente y los ciudadanos que vienen temporalmente”.

La MCP cerrará el año con 40.000 personas atendidas físicamente en sus oficinas. “Personas que serán mucho mejor atendidas con los recursos que ofrece esta nueva sede”, dijo el presidente David Campión. Por su parte Beatriz Matos, codirectora del proyecto, dijo que el inmueble también conserva “el espíritu del convento. Un sitio recogido, de una luz tenue que tiene cierta espiritualidad. Era un vacío en la ciudad y Pamplona tiene ahora mismo un lleno”. Por último, los responsables del proyecto destacaron la importancia de la “colaboración estrechísima” de todas las partes involucradas (MCP, dirección de obra y Construcciones ACR) para que “una obra de arquitectura llegue a buen puerto”.

Asistentes a la inauguración de la nueva sede de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) en Salesas Iñaki Porto

 En la nueva sede se ha puesto “especial esfuerzo en energías renovables”. Cuenta con la certificación A, que indica el mayor grado de eficiencia energética. La climatización se resuelve mediante una instalación híbrida de geotermia y aerotermia. El sistema de geotermia aprovecha el calor del subsuelo: en invierno se bombea agua de la superficie al subsuelo para luego recuperarla una vez calentada y en verano se realiza el proceso contrario, absorbiendo el calor del edificio para traspasarlo al terreno. La aerotermia intercambia calor con el exterior para generar de forma eficiente calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año. El tratamiento de la envolvente del edificio también ha preservado los muros de piedra del antiguo convento y ha permitido conseguir un aislamiento con criterios Passivhaus, el estándar de construcción de alta eficiencia energética más exigente.

El acceso a la sede se realiza desde la calle Rincón de la Aduana. Tras la tapia, en la que se ha habilitado la entrada principal al patio jardín, se ha levantado un porche y un nuevo pabellón –construido completamente con madera– que inicialmente se conservará como espacio de reserva para futuras necesidades. Desde el patio jardín, en el que se ha preservado el antiguo pozo de agua, se accede al interior del edificio. El proyecto ha tenido en cuenta la relevancia de los tres patios interiores (claustro, esclusa y medianero) en la organización del antiguo convento y son la clave de la propuesta estructural. Estos patios, junto al vacío de dos alturas del antiguo coro bajo convertido en vestíbulo de acceso, estructuran los espacios del Servicio de Atención Ciudadana, así como las zonas de trabajo. Los muros de los patios se convierten, junto a las fachadas exteriores, en los únicos elementos estructurales verticales. Los forjados han sido construidos con vigas y tableros de madera, uno de los materiales decisivos de la intervención. Por último, en la antigua iglesia se ha realizado una limpieza y restauración, conservando dos vitrinas en el suelo que muestran los pavimentos de piedra del antiguo palacio Armendáriz.

Restos arqueológicos. Durante las labores de excavación se localizaron restos que van desde el siglo I hasta el XX: una de las necrópolis de la ciudad romana altoimperial en las que cabe mencionar un enterramiento y un fragmento de inscripción de mármol de los siglos I-II; traza urbana y un barrio artesanal medieval dedicado sobre todo a la metalurgia desde el siglo XI/XII hasta el XIV; traza urbana y zonas artesanales de fundición de los siglos XVI-XVII; restos del palacio de Armendáriz, la casa de aduana y otra vivienda de los siglos XVIII-XIX y, finalmente, los restos del propio convento de las Salesas. 

Visitas guiadas agotadas. La MCP ha previsto 39 visitas guiadas para un total de 650 personas desde el lunes 28 de agosto hasta el viernes 22 de septiembre. Las plazas ya están agotadas. Además, la MCP ha programado los tres primeros conciertos en el salón Ansoleaga, de los que se informará en la web de la entidad.

Autoridades. El acto de inauguración estuvo presidido por Óscar Chivite, consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, David Campión, presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y Julián Balduz, fundador de la entidad y primer presidente entre 1982 y 1987. Asimismo, estuvieron presentes los antiguos presidentes de la entidad Miguel Izu y Aritz Ayesa. También asistió Mari Carmen Zunzarren, viuda de Luis Ibero, presidente entre 2003 y 2007. Al acto acudieron multitud de alcaldes de los ayuntamientos integrados en la MCP.

21,1millones de euros ha invertido la Mancomunidad en las Salesas, sumando la compra del inmueble y las obras de rehabilitación. En 2010 la MCP compró el edificio a la CAN por 4,5 millones de euros con la intención de reagrupar sus servicios administrativos y de atención ciudadana. El importe de liquidación de la rehabilitación ha supuesto 16,6 millones de euros (más IVA). A esta cantidad se le deberá añadir la revisión legal de precios establecida excepcionalmente en el contexto de la guerra de Ucrania.