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Aynamodas: ropa con otro rollazo para Burlada

La emprendedora burladesa Noemí Guerrero ha abierto una tienda de ropa de mujer low cost con opciones para todas las edades, tallas, gustos y colores

Aynamodas: ropa con otro rollazo para BurladaJavier Bergasa

El escaparate de la calle de la Ermita 16 de Burlada lo adornan coloridas cazadoras de Disney con pedrería, bolsos, botas y pijamas. Todo decorado con motivos navideños. Se trata de Aynamodas, el local de Noemí Guerrero. Una joven emprendedora de 31 años que el mes pasado abrió una tienda de ropa en su localidad. Además de las singulares prendas, también cuenta con una pequeña colección de cosméticos, perfumes y bisutería.

Su pasión por la moda le viene desde pequeña, cuando su padre, transportista de profesión, le traía prendas vistosas de países europeos como Alemania. “Era ropa que aquí no se conocía, aquí no somos tan atrevidos”, explica Guerrero. Por eso, a los quince años decidió estudiar diseño de moda, patronaje y confección a medida. Cuando acabó la formación, como dedicarse al mundo de la moda en una ciudad pequeña como Pamplona es muy difícil, “lo dejé un poco aparcado”. De todas maneras, siguió unida al mundo textil trabajando en tiendas de grandes superficies, firmas de lujo y zapaterías.

El punto de inflexión llegó hace siete años, con el nacimiento de su primer hijo, cuando no le renovaron el contrato en la perfumería en la que trabajaba. Decidió dedicarse al cuidado del menor. A los dos años nació el pequeño de sus dos hijos. Al cumplir un año, empezó en una tienda de lencería y corsetería de Pamplona, pero fue en ese momento cuando volvió a sufrir los dolores de espalda que le habían acompañado desde pequeña. “Ahí ya empezó a complicarse todo”, explica Noemí, porque tras muchas visitas al médico, le diagnosticaron fibromialgia, artritis y hernias en la zona lumbar y dorsal de la espalda. “En el trabajo no podía coger peso ni estar muchas horas de pie. Me limitaba mucho”, recuerda.

Un buen comienzo

En ese momento de incertidumbre, se dio cuenta que tenía que hacer algo para cambiar su futuro laboral, por lo que decidió darle una vuelta de 180 grados a su vida y apuntarse a un curso de Química que ofrecía el Servicio Navarro de Empleo. Hizo las prácticas en Cinfa durante seis meses, donde estuvo muy contenta porque no era un trabajo tan sacrificado físicamente: “Puedes estar una hora sentada, una de pie, no coges nada de peso... ahí estuve muy bien”, dice. A la semana de terminar el contrato entró en Nafarco, pero ese puesto si que le exigía más esfuerzo físico y “mi cuerpo no me daba”, apunta Noemí.

“Tengo ropa de tendencia low cost. Lo que quería es que todo el mundo se pudiera permitir comprar”

Es ahí cuando retomó el mundo de la moda y decidió lanzarse a lo que verdaderamente siempre había querido: abrir su propia tienda de ropa. A pesar de barajar diferentes opciones donde abrir su local, como en el Casco Viejo de Pamplona, se dio cuenta de que quería “dar un poco de vida al pueblo”, y que su clientela fueran sus vecinas de siempre. Además, buscaba contribuir a que Burlada volviera a ser un lugar con dinamismo comerciall como lo era antes, “porque han cerrado muchos locales”. Buen rollo.

La clientela vuelve

Finalmente, gracias a la encargada del negocio donde trabaja su madre, encontró una antigua frutería que había cerrado. En un momento en el que los alquileres están a precios desorbitados, el dueño del local le ofreció muy buenas condiciones y no dudo en lanzarse a la aventura. 

La inauguración tuvo lugar el pasado 1 de noviembre, y “de momento va muy bien, no me puedo quejar. La gente está muy contenta”. Además, “la clientela vuelve, para mí eso es muy importante”, explica.

 En Aynamodas puedes encontrar todo tipo de opciones como abrigos, jerseys, conjuntos, pantalones o abrigos, mucho más únicas y divertidas que las que se pueden encontrar en las grandes superficies, pero a precios igual de competitivos. También tiene una selección de bolsos, zapatos y cosméticos. Las prendas están pensadas para todas las edades y cuerpos, porque abarcan desde la talla 34 hasta la 46-48. Con todo, ya está trabajando para incorporar más tallaje. La emprendedora cuenta que, “tengo ropa de tendencia low cost. Lo que quería es que todo el mundo se pudiera permitir comprar”. Todos sus productos cuestan entre 9,90 € y 59,90 €.  

Es consciente que los grandes almacenes son la mayor competencia para su negocio, pero “hay que entender que somos el pequeño comercio y el pequeño autónomo los que estamos día a día en nuestro pueblo, y le damos vida. Es lo que necesitamos, que la gente nos apoye y venga a comprar aquí”, explica. No ha querido olvidarse de agradecer el apoyo de toda su familia en esta aventura, fueron los que creyeron en ella desde el principio, y sin ellos su emprendimiento no habría sido posible. La suya es una historia de superación.