sarriguren - Cada mes vecinos de barrios y pueblos de clase media se sorprenden cuando salen a la calle y se encuentran con una casa de apuestas que acaba de abrir al lado de su casa. En la comarca, el último caso se ha producido en Sarriguren, que ha visto cómo el salón de juegos Reno se instaló el pasado 1 de julio convirtiéndose en el primer establecimiento de estas características de la localidad. Esto ha generado preocupación entre los vecinos, ya que durante las primeras semanas ya ha habido varios problemas de convivencia a causa de ruidos a altas horas de la madrugada. Sin embargo, según denuncian los propios residentes, el mayor problema no es ese, sino la ludopatía, que afecta tanto a jóvenes como a adultos. “A diferencia de la heroína, que es muy fácil de detectar si ves a una persona tirada en la calle, la adicción al juego y a las apuestas es un problema invisible, pero muy muy grave”, afirma convencido David, residente en las inmediaciones del local. Además, la casa de apuestas está justo al lado de una escuela de Educación Infantil y a apenas 200 metros del colegio Maristas y del instituto que entrará en funcionamiento este mismo septiembre, lo que aumenta la inquietud de los vecinos.

Ante esta situación, alrededor de 20 padres y madres de Sarriguren se reunieron ayer en los porches del ayuntamiento del Valle de Egüés para poner ideas en común y tratar de buscar soluciones a una realidad que afecta al conjunto de la sociedad. A la cita también acudió Mikel Bezunartea Lacasta, concejal del Valle por parte del PSN, aunque lo hizo en calidad de vecino, ya que “yo mismo he sufrido una situación de ludopatía muy de cerca”, explicó.

Nada más comenzar la última legislatura, Bezunartea propuso la elaboración de una ordenanza municipal para “poner coto a la implantación de estos locales, declarando zonas libres de juego todas las calles situadas en un radio de 400 metros contados desde la fachada de acceso a las instalaciones educativas, deportivas, culturales y recreativas”. “Se trata de un modelo que ya existe en municipios como Noáin y que en caso de haber existido hace un año, no hubiera permitido que el Salón Reno esté donde está”, declaró. La ordenanza se debatirá la tercera semana de agosto y el concejal animó a los vecinos a presentar una instancia para acudir a la comisión y exponer sus puntos de vista. La idea cuajó bien entre los asistentes a la asamblea, pero estos fueron más allá y declararon que aunque la casa de apuestas sea el símbolo, muchos bares también tienen máquinas de juego. Ante esto, la reunión concluyó en la creación de una asociación vecinal contra las apuestas que, consciente de que la batalla legal la tiene perdida, se enfocará en la concienciación y en ofrecer alternativas de ocio saludable a los chavales de Sarriguren.