Cuarenta años de apoyo a la cultura vasca y al euskera en Atarrabia. 40 colectivos del ámbito cultural, social y deportivo volcados en una de las euskal jaiak más populares de Navarra. Y en un tres en raya festivo este año coincide también el 40º aniversario de la sociedad Etxebeltza, principal impulsor del evento. Lo reconocía ayer Jon Zapata, integrante del nuevo equipo motor remitiéndose a la contraportada del programa. “Están la gran mayoría de los colectivos de Atarrabia”, un alarde cultural visible a las doce y media del mediodía con la llegada de la impresionante kalejira a la plaza Consistorial con todo su séquito de gigantes, gaiteros y el grupo de danzas Idoskia. La comisión organizadora la forman ocho personas de Etxebeltza que inician los preparativos de la fiesta desde el mes de abril, y a las que hay que sumar más de 40 de voluntarios de Villava, Burlada y Huarte. Este año se ha querido rendir homenaje a los 40 años de la sociedad Etxebeltza, que desde su inicio ha perseguido “objetivos no sólo lúdicos sino y, sobre todo, sociales, culturales y comprometidos con el pueblo”. Cuatro décadas que también acompañan al nacimiento del movimiento juvenil Jarrai ligado a la izquierda abertzale. Y mención especial también a los 25 años del colectivo Mikelats Dantza Taldea que “durante tantos años han llenado nuestras calles de cultura vasca, música y bailes”. También hubo espacio para un puesto con el lema 47ak herrian (los 47 en el pueblo) en referencia a los encausados en el sumario 11/13.

Desde Etxebeltza, Torbis destacaba ayer su satisfacción por un “relevo fuerte” en la organización de un programa dirigido a todas las edades y que ha incorporado desde juegos infantiles o globoflexia hasta la actuación de coros y jotas.

Los mimbres de esta celebración allá por 1979 fue la semana de fomento del euskera y de la cultura vasca por parte de grupos vecinales. Al año siguiente se fundó la sociedad y a partir de ahí nacería el Atarrabiako Eguna. “La idea fuerte era promover los valores de la cultura vasca, una sociedad, unos carnavales rurales, organizar el Olentzero”, subraya Torbis.

“En aquellos años no había una apuesta clara desde el Ayuntamiento por el euskera y aquella semana quiso ser una forma de concienciar y empujar una Atarrabia más euskaldunizada. A partir de ahí se fueron integrando los diferentes colectivos populares. Ahora, además de recoger ese testigo, también queremos reforzar otros lazos sociales y promover una Villava más habitable, más amable y más cohesionada entre todos y todas”, remarca. Desde la sociedad Etxebeltza tienen la ventaja y la “alegría” de que “ahora mismo hay más niños que adultos, con unos 200 socios y socias, porque hay que recordar que desde el principio se potenció la igualdad”.

El programa dio comienzo el viernes con una chocolatada, los partidos de pelota y bertso-txiki poteo con los bertsolaris Alazne Untxolo y Joanes Ilarregui. El sábado no faltó el homenaje a la ikurriña, la txistorrada, la actuación de las corales San Andrés y Atarrabia Abesbatza, y del grupo Aisia. Ayer fue el día grande con el alarde de danzas, música y folklore, la inauguración de la feria de artesanía, deporte rural y una comida popular con 200 personas apuntadas. Los 20.000 euros de presupuesto cuentan con apoyo del Ayuntamiento (alrededor de 7.000) y el resto de patrocinadores, comercio y hostelería local.