Un matrimonio que vive desde hace más de 30 años en el número 17 de la calle Arridia, en la urbanización Ardoi de Zizur, soporta desde hace meses las obras frente a su casa, en una parcela colindante en la que se van a levantar 18 viviendas. “Es como vivir en una cantera, es insoportable y tiembla todo”, se queja amargamente Sagrario Garro, cuyo marido sufre además una grave enfermedad. La empresa cuenta con licencia de obra, pero el matrimonio se siente indefenso y denuncia exceso de ruido.