Olentzero quiso visitar los días previos a la Navidad la granja escuela que Gure Sustraiak tiene en Ollo, una oportunidad para que txikis de toda Navarra, residentes y personal del centro pudieran romper la rutina y entregarle sus mejores deseos. Desde el pasado 28 de noviembre más de 1.200 niños y niñas de toda Navarra han pasado por las instalaciones para dejar su carta al viejo carbonero en un espacio rural diseñado para la ocasión a través de circuitos de modo que los grupos visitantes pudieran conocer tanto la granja como la llegada de Olentzero.

Al igual que años anteriores, las personas con discapacidad intelectual participantes del centro ocupacional han diseñado y montado este Rincón de Olentzero en uno los pabellones de la granja escuela, donde han recreado desde balas de paja, una carbonera, un carro antiguo con regalos y un remolque a modo de photocall para que los niños y niñas pudieran fotografiarse con Olentzero, cumpliendo eso sí con todos los protocolos sanitarios... Todo ambientado con aperos antiguos de granja, labranza... y, por supuesto, bien ventilado. Olentzero y Mari Domingui utilizaron a la burra Princesa para repartir los regalos y degustaron los huevos de las gallinas de la granja para almorzar.

El Rincón lo han preparado hasta un total de 23 personas: Nahikari, Unai, Sandra, Javi, José, Felipe... "Está siendo un año complicado y para nuestro equipo esta situación y el cumplimiento de los protocolos hace que debamos doblar nuestros esfuerzos para poder seguir ofreciendo nuestras actividades con la mejor calidad y seguridad para todas las personas que participan en nuestros servicios. Hemos querido terminar el año con ilusión y motivación", destacaba Leire Rivas, trabajadora social.

"Desde hace meses no veíamos la granja con la alegría a la que estábamos acostumbrados, necesitábamos ver esas caritas de ilusión y alegría al sentir a los animales, y !qué decir de sus pequeños ojos cuando ven a Olentzero acercarse!...", remarcaba. "Quieren sobre todo que la vida vuelva a la normalidad, sin restricciones", destacaba. El centro blindó el recurso del piso funcional hace quince días para evitar contagios antes de Navidad y que los usuarios pudieran acudir a casa de sus familias hasta el 8 de enero con total seguridad. Algunos se fueron el 22, otros entre el 23 y 24.Gure Sustraiak es una cooperativa de iniciativa social que trabaja con personas con discapacidad intelectual además de desarrollar actividades de educación ambiental, de turismo inclusivo, servicios sociales, actividades terapéuticas con animales y formaciones en diferentes materias sociales. La cooperativa está formada por 13 socias trabajadoras, una media anual de 26 personas trabajadoras y 82 socias colaboradoras. En los recursos residenciales, las 19 personas que residen en Gure Sustraiak pasarán algún día con sus familias "lo cual nos alegra porque ha sido un año difícil y han pasado mucho tiempo separados".

Por otro lado, la granja escuela, el albergue y la posada se encuentran cerrados al público hasta el 15 de enero. Desde 2013 la cooperativa Gure Sustraiak cuenta con el servicio de piso funcional y centro ocupacional, dirigido a personas con discapacidad intelectual. Las actividades e intervenciones se desarrollan en contacto con la naturaleza.