Estella-Lizarra - Con casi mil años de diferencia, la figura del rey Sancho Ramírez regresó de nuevo a Estella, ciudad a la que en 1090 refundó y concedió sus fueros. Con este vuelta al pasado la ciudad del Ega arrancó ayer la XXII edición de su Semana Medieval que se celebrará hasta el próximo domingo 21. Los actos arrancaron con el cuerpo de desfile organizado por la Asociación de Comerciantes y Hostelería de Estella-Lizarra. En la cabeza un grupo de 32 dantzaris del Taller de Danza de Tierra Estella seguidos por la representación del rey Sancho Ramírez y su mujer Felicia de Roucy y seguidos por decenas de parejas que representaron a diversas localidades de la merindad ataviados de época y tocados de pendones, estandartes y banderas de esas poblaciones. El paseo arrancó en el corazón de la calle de la Rúa y avanzó hasta llegar a la emblemático cruce del antiguo ayuntamiento y el palacio de los Reyes de Navarra justo a la sombra de lo que fuera el Castillo Mayor. La comitiva en la que iban también decenas jinetes de las hípicas de Ayegui y Acedo, cruzó el Ega por el Azucarero y llegó desde la Inmaculada, la calle mayor y la plaza de Santiago hasta la plaza de los Fueros.

El acto de apertura reconoció la figura histórica de Sancho Ramírez, rey de Aragón y de Pamplona, como fundador de Estella en 1090 al otro lado del río donde se encontraba el antiguo poblado de Lizarra. Fue este rey quien le otorgó ese mismo año el Fuero a la ciudad. Parte de este Fuero de Estella se utilizó en el pregón con el que abrió los actos festivos de esta vigésimo segunda Semana Medieval y que corrió a cargo de la narradora Inés Bengoa. Tras la recepción, la plaza de los Fueros se convirtió en el escenario en el de acróbatas y dantzaris que dieron paso posteriormente a exhibiciones de justas a los pies de las torres gemelas de la iglesia de San Juan. La fanfarre Malababa puso el punto musical por las calles de la Vieja Lizarra donde se revivirá de nuevo el medievo por lo menos hasta el domingo 21.