- La experiencia vivida por la residencia San Jerónimo de Estella Lizarra durante esta pandemia fue la razón esgrimida por distintos grupos parlamentarios para "conocer in situ" este modelo de residencia. Un ejemplo que durante el pasado año se mostró pionero y que tras el confinamiento del personal en las primeras jornadas de la epidemia de la Covid-19, obtuvo el reconocimiento nacional e internacional por multitud de organismos y entidades. También llamó la atención de diferentes medios de comunicación "jamás pensábamos que nuestra decisión de que los trabajadores permaneciéremos en el centro fuera una noticia destacada para medios de comunicación de muchos países", reconoció el director de la residencia David Cabrero.

Ayer fue una representación de la comisión de derechos sociales del Parlamento de Navarra, a instancias de PSN, Geroa Bai y Podemos la que siguió atentamente el modelo de gestión de este centro dirigido por una fundación sin ánimo de lucro que se rige mediante patronato y que lleva funcionando desde el 27 de diciembre de 1911. Una residencia para la tercera edad que actualmente cuenta con un listado de más de 300 personas en lista de espera para ingresar en sus instalaciones "pueden ser seis o siete años de espera lo que conlleva acceder a la residencia" afirmó Cabrero.

El centro cuenta con alrededor de 65 plazas, de las cuales 15 son concertadas; además de 30 plazas de día de las que también 10 de ellas tienen concierto con el Gobierno de Navarra.

La visita al centro por parte de los parlamentarios Arantza Biurrun (PSN), Txomin González (EH Bildu), Isabel Aranburu (Geroa Bai) , Ángel Ansa y Miguel Bujanda (Navarra Suma), atendió las explicaciones de Cabrero y de diferentes trabajadoras como la supervisora, Andrea Muntoi, o la psicóloga, Esther Ciaurriz, que describieron el modelo de atención de la residencia: "centrado en la persona y que busca dar respuesta a las necesidades y preferencias de las personas usuarias", motivo por el que han creado el servicio de viviendas Jerónima Uriarte, vinculadas a la residencia, formado por diez casas, de las que son responsables Mario Ganuza y Mariaje Berrueta, que ofrecen la posibilidad de que varios jubilados y jubiladas puedan vivir de manera independiente al mismo tiempo que reciben todos los servicios de la residencia. "Creemos firmemente en el marco de la atención integral de la persona que se traduce en buscar la máxima independencia y control de la vida cotidiana posible, atendiendo a las preferencias y elecciones de las y los usuarios". Estas unidades individuales con apoyo tratan de cubrir el actual vacío funcional que siente un gran número de personas mayores y "que demandan poder vivir un modo de vida parecido al de su propio hogar", finalizó Cabrero.