Estella vivió este viernes la jornada diurna en la que por segundo año consecutivo no se celebró el cohete ni se concentró el gentío en las cercanía del zaguán del ayuntamiento donde tras las suspensión tampoco acudieron ninguno de los grupos de músicos y dantzaris.

A las doce del mediodía los aledaños del ayuntamiento permanecían vacíos, apenas una decena de vecinos y vecinas se colocaron en frente de la puerta del consistorio para acompañar las doce campanadas del reloj del ayuntamiento y el estallido del cohete.

En la sala de alcaldía, ayer que era el primer viernes antes del primer domingo de agosto, pero el alcalde Koldo Leoz permanecía trabajando "creo que es el mejor ejemplo que podemos dar a la ciudadanía".

Y es que la ciudad se despertó tras el toque de queda con normalidad. Poco a poco fue recuperando el pulso de las actividad diaria y ya a primeras horas se comenzaron a ver jóvenes que se habían puesto el atuendo de blanco y rojo. "Voy a almorzar con la cuadrilla", comentó uno de ellos, "luego algunos tenemos que trabajar", comentó. Y es que una de las preguntas que los estellicas se hacían ayer era saber cómo iba a evolucionar la jornada en la que buena parte de la hostelería tenía reservas para la comida. "Sabíamos que las plazas hosteleras estaban al completo" aseguró Leoz incluso alguna que finalmente cerró por temas relacionados con la covid, "agradezco profundamente a los hosteleros que tras sufrir un contratiempo han decidido no poner en riesgo la salud a pesar de que tenían un montó de reservas. Han demostrado mucha responsabilidad", aseguró el alcalde, quien preguntado sobre los sistemas de prevención policial previstos insistió en que "yo creo que la solución no es más policía si no que cada uno demuestre en este momento mayor empatía". Leoz hizo referencia a los malos datos sanitarios que la zona de salud de Estella-Lizarra tiene actualmente. "Hay que recordar el incremento de positivos del año pasado que partíamos desde muy abajo. El problema es que ahora estamos en cabeza de contagios y también de la alta ocupación de las plazas del hospital".

Tras la polémica del incremento de los botellones a lo largo de este verano, recordó que estos días la dotación policial será similar a la de otros años cuando se celebraban las fiestas. Así mismo, para el jefe de la Policía Municipal, Patxi Martínez de Goñi, la clave estará en respetar la medidas de seguridad y sanitarias: "la gente se puede divertir pero tiene que tener claro que ha de llevar mascarillas y respetar las distancias de seguridad". En este sentido el gran trabajo de ayer consistió en revisar las plazas de las terrazas que alguna de ellas se habían incrementado y conseguir que cada una de las mesas respetara el aforo de diez personas que se permitía en el exterior.