"Vivimos en la Residencia San Jerónimo de Estella-Lizarra. Vivimos como nos gusta y tenemos libertad. Sentimos que nos quieren y esto nos hace felices". Esta es la lectura del prólogo del libro Plantas y flores. Un jardín para los sentidos, que leyó ayer en la presentación en el Día Mundial del Alzheimer, Santos Maeztu, una de las ocho residentes que han colaborado en la elaboración de esta obra junto con Lola Arzoz, Cristina Sánchez, José Lezáun, Francisco Bello, Lorenza Santos, M.ª Luisa Vicuña y Concepción Fabra. Todo un equipo redaccional que ha sido dirigido por la psicóloga y escritora Nuria Carcavilla.

Un proyecto que nace de la idea de que "la gran mayoría de las personas que viven en residencias siguen queriendo aprender cosas nuevas tal y como lo hicieron cuando eran más jóvenes" comentó la autora. Y es que la idea de Nuria siempre fue la de realizar un libro con la finalidad de que sus ayudantes en la redacción, sientan la estimulación cognitiva del proceso creativo para que quien lo lea conecte también con la biografía y la personalidad de estas personas porque "se suma a un entorno social que ha sido enriquecido".

Se trata de crear una novedosa herramienta de comunicación que estimule el vínculo de las relaciones a través de la lectura y los recuerdos. "Los libros no cuentan historias, sino que invitan a las personas lectoras a crear las suyas propias siendo las protagonistas".

En este trabajo de creación y pulido del libro con la temática de las flores como protagonista, han participado además de los ocho residentes, varios profesionales de la residencia desde su director, David Cabrero, a la psicóloga del centro, Esther Ciaurriz, quien destacó el trabajo realizado primero eligiendo a las personas que lo llevarían a cabo y luego siguiendo las tareas en grupo durante varias semanas, "comentando y leyendo casa frase, cada página; transmitiendo el compromiso cognitivo de que el trabajo de cada uno ayudaría a crear el libro".

Y como resultado final está el éxito de que el trabajo pueda ser publicado y entendido por personas con discapacidad cognitiva o discapacidad intelectual. Porque se trata de un esfuerzo conjunto por adaptar los textos a las necesidades de las personas teniendo en cuenta aspectos como la estructura de la información, el contraste visual o el lenguaje. Y es que en muchos casos para la elaboración de textos con esta finalidad se abusa de la utilización de un lenguaje infantil o demasiado coloquial pensando que son más fáciles de entender. Fue esta simplificación lo que hizo que Nuria Carcavilla afrontara este proyecto porque "Las personas adultas con problemas de memoria necesitan materiales acordes a su edad que respeten su dignidad".

La obra Plantas y Flores es la consecuencia de este trabajo grupal en el que se utilizan elementos gráficos como fotografías a todo color, "alegres y llamativas para que reflejan el contenido de la página, ayudando a mantener la atención del lector".

Por otra parte, la salida de este trabajo, ha dado lugar a que se realicen "sesiones de validación" para quienes han participado en su creación, que son uno de los objetivos destacados que permiten desarrollar el denominado programa de actividades significativas, uno del os objetivos prioritarios en los que se está trabajando desde la Residencia San Jerónimo. Se trata de que las personas residentes tengan voz y se les haga partícipes como en este caso en la creación de un libro. "Todas estas personas han tenido la oportunidad de leer un libro mientras lo estaban creando y disfrutando de las conversaciones que emergían. El beneficio cognitivo, emocional y relacional está asegurado con este libro lleno de recuerdos, de conocimientos y de actividad significativa para las personas amantes de las plantas y flores", añadió la psicóloga del centro Ciaurriz.

Con todo, otro de los objetivos de este proyecto está en el lado del lector. Se trata del destinatario del libro que tiene que tener como objetivo el de ser capaz de finalizar su lectura. Ese es el objetivo precisamente de la colección Lectura Fácil y Reminiscencias, una colección que está especializada en "personas con problemas de memoria" y para las que supone toda una satisfacción finalizar un libro; de ahí el tamaño abreviado del ejemplar. Una filosofía que también comparten con otras publicaciones similares como Animales salvajes, La vuelta al mundo, Cocina. Obras que tienen los mismos objetivos con diferente temática. Se trata de libros que pueden ser una herramienta, tanto para las personas afectadas por cualquier fallo cognitivo como para los técnicos o familiares que están en contacto permanente con ellos. En San Jerónimo de Estella, además, ya hay ocho residentes y creadores que pueden asegurar haber escrito un libro. Eso sí, con el mérito compartido de los responsables de la residencia y con el criterio de una autora que ha permitido, en este caso, que sus ayudantes la busquen y la encuentren, por el bien de los futuros lectores que se merecen ser muchos.