La localidad ribera también se sumó ayer a la fiesta y a la diversión con el inicio de las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario, seis días llenos de actos para los que el Ayuntamiento ha destinado 120.000 euros (incluyendo la Juventud). La asociación de Jubilados fue la entidad encargada de prender la mecha del cohete, un reconocimiento que, de acuerdo con el alcalde, José Ignacio Eguizábal, “es de recibo porque creo que ha sido uno de los sectores que más ha sufrido la pandemia. De los vecinos que van a faltar, la mayoría son de este colectivo y creo que es una forma de premiarles por su esfuerzo y sacrificio y de reconocerles ese sufrimiento que han padecido. Esperamos darles un poco de alegría”.

Una cuadrilla de jóvenes bailando al son de la charanga.

Víctor Macua es el presidente de la entidad y, emocionado tras lanzar el chupinazo, aseguraba que “es un reconocimiento que no nos esperábamos pero que agradecemos muchísimo. Ojalá sea un revulsivo para volver a sacar a la gente a la calle, porque muchos siguen con miedo, y que sea motivo de alegría. Han sido meses muy difíciles y tristes para nosotros. Esperamos que esto sea un soplo de esperanza”.

Los vecinos disfrutando durante el chupinazo en la plaza.

Macua, que recordó a los que faltan y les deseó a los vecinos unos días sin incidentes ni riñas, desveló que el club cuenta en la actualidad con unos 230 socios y que en los años previos a la pandemia se centraban en organizar comidas y, sobre todo, excursiones de día.

Aritz González, junto a la mascota de las fiestas de este año.

En la plaza, todo eran abrazos y júbilo al son de la txaranga y, además, a nadie le pasó desapercibida la mascota de las fiestas de este año, una especie de falla que ha elaborado Aritz González y a la que prenderán fuego el domingo. Este año, “el tema estaba claro: el Coronavirus; quemar al bicho”, por lo que el sartagudés ha hecho una representación del virus que pisa la palabra ‘Salud’ y en las manos lleva un cohete, simulando que el virus les ha privado estos años de las fiestas, y la palabra ‘libertad’.

Foto de familia de los txikis a los que les impusieron el pañuelo.

Primeras veces

Para el alcalde José Ignacio Eguizábal “es un motivo de gran alegría volver a disfrutar de estos días. Tenemos muchas ganas, y eso se nota. Las primeras fiestas que viví como alcalde me las encontré prácticamente cerradas y después ha habido dos años de pandemia, por lo que ahora es el primer año en el que las he preparado y espero disfrutarlas al máximo”. Entre los actos que no se pierde, desvela, están el Riau Riau, los encierros y los partidos de pelota.

Además de ilusión, el primer edil también tiene “cierta preocupación”. Y es que “espero que todo salga bien, que no haya percances, sobre todo en lo que a los encierros se refiere, que no haya cogidas, y a la noche, que no haya incidentes. Espero, y deseo, que todo el mundo disfrute y se comporte y que vivan las fiestas en paz y armonía”.

En cuanto al programa, recalca, se mantiene la esencia “pero sí que hemos intentado darle a los actos un ‘poquico’ más de calidad”.