Las fiestas de Mendigorría empezaron ayer una hora antes del chupinazo, como todos los años, con la imposición de pañuelos a los más txikis de la localidad. Los niños y niñas nacidas entre el 14 de agosto del 2021 y el 14 del mismo mes del 2022, recibieron su primer pañuelo en su debut en las fiestas. Enara Arbizu, Ilargi Dominguez, Liam Gonzalez, Laida Irurtia, Irai Irurzun, Laia Muro, Elaya Oliveira, Ihan Sabogal, Iraia Ugarte, Araide Etxeberz y Lur Goya fueron los 10 protagonistas del evento de este año y entre las lágrimas de emoción pasaron junto con sus padres y madres a recibir su pequeño regalo. 

Los padres de Irai Irurzun, Aitor y Maite Munarriz, de Villatuerta, ponían el pañuelo con alegría en el cuello del pequeño de seis meses. Entre risas, explicaron que no eran sus primeras fiestas, ya que pudieron celebrar las pequeñas en febrero, y que Irai ya es “todo un experto”.

Iraia Ugarte, una de las que recibió el pañuelico, cumple un año en tres días, en plenas fiestas de Mendigorría. Sus padres, Miguel Ugarte y Andrea Rincón, de Cintruénigo pero recién empadronada en Mendigorria, bromeaban con la peligrosidad de la fecha de cumpleaños y ya se preguntaban si será una adolescente muy juerguista. 

El evento concluyó con una foto de grupo con todos los txikis y sus padres en la plaza del ayuntamiento para dar paso al chupinazo a las seis de la tarde. 

Dentro del ayuntamiento también se respiraba el ambiente festivo. La alcaldesa, Eunate Lopez y la concejala de Cultura, Rakel Hermoso de Mendoza, vivían con especial tensión el principio de la celebración, no solo por dos años de pandemia sin fiestas, en los que han ido acumulando “ganas e ilusión” sino por el “jaleo” que ha supuesto y el tiempo que le han dedicado a la programación este año, con la expectativa de que todo vaya según lo planeado. Ambas agradecieron la participación ciudadana y de las asociaciones del pueblo, ya que sin su involucración y ayuda, las fiestas no hubieran sido posibles.

Además, remarcaron el rechazo no solo del ayuntamiento sino de todo el pueblo hacia las agresiones sexistas. Para combatirlas, además, han puesto en marcha, junto con el grupo feminista de MendiMorea, un protocolo en contra de todas los actos sexistas y especialmente en contra de la práctica de sumisión química que se da a través de los pinchazos. Aún así, esperan no tener que ponerlo en marcha y desean a todo el mundo unas fiestas tranquilas y especialmente seguras.

La plaza del ayuntamiento empezó a recibir a las primeras familias, cuadrillas, abuelos y niños que se amontonaban enfrente del edificio municipal esperando ansiosos el principio de la fiesta. Desde el balcón, el equipo médico, responsable de lanzar el cohete este año, saludaba a los amigos y conocidos desde la altura del edificio. Para el pueblo, que el equipo médico se encargue de lanzar el chupinazo es una forma de homenajearlos por el buen y cercano servicio que han proporcionado al pueblo durante la época de pandemia. “Tenemos el mejor equipo médico de todo Navarra, y nos sentíamos en la necesidad de hacerles saber lo agradecidos que estamos por su cercanía y dedicación al pueblo de Mendigorría” remarcaban Eunate y Rakel. 

Entre muchos nervios, el Equipo Médico encendió la mecha del cohete de este año.  

El chupinazo estuvo acompañado de música de la txaranga de Mendigorría, que animó a los más jóvenes a bailar en grupo en la plaza y por las calles de la localidad. Unos minutos más tarde sucedió la ronda de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, acompañada por las Gaiteras del pueblo, y por supuesto, de buen humor.