La Plaza Eguzki de Berriozar ha acogido este jueves por la tarde a la multitud que se ha reunido para presenciar el cohete anunciador de las fiestas. El ajetreo y los nervios eran ya notables minutos antes de que los responsables de este año encendieran la mecha. Con motivo del centenario de la escuela pública de Berriozar, el Ayuntamiento decidió cedió la oportunidad de lanzar el cohete a las seis direcciones de los centros educativos públicos.

Desde el escenario de la plaza, en su discurso han reconocido estar muy orgullosos: “Hoy y aquí, es un honor para nosotros lanzar el cohete que dará inicio a las fiestas”. Han agradecido a los vecinos y vecinas de Berriozar que sigan siendo “el motor de esta educación pública” y han subrayado la importancia de que la clase política “apueste por la educación pública”. También han agradecido al Ayuntamiento “que nos ponga en valor en un acto como el de hoy”. Finalmente, han animado a los vecinos a vivir las fiestas desde el respeto entre hombres y mujeres, unas fiestas libres y sin agresiones. Han encendido la mecha del primer cohete al grito de “Gora hezkuntza publikoa, gora zuek, gora Berriozar! (¡Viva la escuela pública, viva vosotros y viva Berriozar!)”.

Leire Arrieta, directora del Instituto de Secundaria Berriozar, ha descrito el momento como “muy especial”. Ha relatado la emoción que le ha producido encontrarse con sus antiguos y actuales alumnos y también con sus familias. “Salir y saludar a todos es un subidón terrible”. Ha reconocido no haber vivido nervios porque para ella eran caras conocidas: “Es una gozada poder desearles felices fiestas a todas las familias y al alumnado que ha pasado por tu clase”. Ha concluido dando las gracias al Ayuntamiento por la oportunidad y el reconocimiento que esta responsabilidad suponía.

Para las jóvenes Ainhoa García y Saioa Murillo, antiguas alumnas de Mendialdea y de la escuela municipal de tiempo libre, ha sido “una experiencia increíble e inolvidable, que seguramente no vivamos nunca más. Sabíamos que éramos una familia y que todo iba a salir bien”. “Yo no recordaba la plaza tan llena”, ha reconocido Ainhoa. “Es verdad que después de tres años se nota que había muchas ganas”, ha asegurado Saioa.

La directora de Mendialdea II, Patricia Aizpun, saludaba antiguas alumnas al bajarse del escenario: “Les conoces de txikis y ahora verles tan mayores es una gozada”, ha contado Patricia. Ha reconocido sentirse muy feliz por el buen ambiente y “por poder representar a la escuela pública en un contexto festivo”.

Otra de las representantes y encargadas de lanzar el cohete ha sido Nerea Urtasun, directora de Mendialdea II, que seguía con el nudo en el estómago después del chupinazo. A ella también se le acercaban alumnos: “Empiezas a ver algunos de ahora, otros que se han ido, familias... sigo con los pelos de punta”. 

Si en algo han coincidido todos ha sido en la emoción que les generó tener la oportunidad de dar inicio a las fiestas de todos aquellos jóvenes a los que han acompañado y acompañan a lo largo de su infancia y adolescencia.