Un último encierro en Tafalla con 7 heridos y mucha nobleza de los toros
La ganadería Ustarroz ha recorrido en dos minutos y veinticuatro segundos las tres avenidas
Último encierro en Tafalla y con ello, se acaban todas las pequeñas liturgias que rodean los encierros: los desayunos antes de la carrera, los saludos con los corredores o las largas esperas en torno al vallado para verlo desde primera línea.
Bajo una mañana rasa y algo destemplada, los toros de la ganadería Ustarroz han vuelto a recorrer las calles de la ciudad del Cidacos. Con el último cohete que ha avisado a la localidad que los toros estaban en las calles, la manada ha salido con fuerza desde los corrales parar encarar a los primeros mozos en la avenida Severino Fernández. Dejando a los mansos atrás, cuatro toros han tomado la inciativa en el primer tramo del encierro para deleite de los corredores allí presentes que pudieron realizar vistosas y emocionantes carreras.
Los astados han llegado a la curva de la Farola con suma velocidad pero sin crear ningún percance significativo. Los morlacos, una vez que recorrían la avenida de Sangüesa han ido estirándose recorriendo la larga avenida de uno en uno. Los lances de mayor peligro se han vivido a la altura del puente del Cidacos, un astado colorado, que abría la manada, ha comenzado a soltar derrotes hacia los corredores que se encontraban a su izquierda.
Tras rebasar la curva de la Estación, los bureles han llegado divididos en dos grupos a la avenida de Ujué; tres toros han abieto la manada y otro tres se juntaban con los mansos, esto ha permitido a los mozos recrearse con vistosas carreras. La rapidez y la nobleza de los morlacos del hierro de Arguedas han dejado un saldo de 7 heridos, todos por contusiones producto de las caídas. Durante estos días en Tafalla han tenido más peligro las tablas del vallado -al menos un herido por una caída desde la barrera- que los propios astados.
Con último encierro ya finalizado, los mozos han coincidido que "los toros han ido muy rápido". Beñat Pérez, de Pamplona, ha admitido que "los toricos han ido muy rápido", sin embargo ha conseguido "agarrarse a un toro negro" en la avenida de Ujué. Beñat ha valorado los encierros que han tenido lugar en Tafalla como "muy veloces", también ha señalado que "coger toro está muy caro aquí". "Para mí es el segundo año corriendo encierros en general y Tafalla es el sitio perfecto para aprender a correr", ha sentenciado.
Por contra, para Txema Garzaron, natural de Lumbier, son muchos años "corriendo delante de los toros". "Cuando empcé no había zapatillas de runing como ahora", ha dicho entre risas. A Txema le satisface mucho ver "la de chavales que corren en cada encierro que hay por Navarra". Txema se volverá a levantar mañana para "correr" en Falces.
Una conmoción cerebral
El último encierro ha vuelto a seguir la tendencia de los anteriores; los atendidos por percances durante este festejo han sido por contusiones sin mayor importancia. No ha habido ningún ingreso en el hospital.
El herido de mayor consideración se ha dado por una conmoción cerebral. Según fuentes de Cruz Roja, se trata de un joven de 23 años de Lezo (Gipuzkoa), A.E.A., quien ha sufrido una conmoción cerebral cerca de la estación de tren, y ha sido trasladado a la enfermería de la Plaza de Toros.
En cuanto al resto de atendidos, en el mismo tramo de la estación ha sido atendido M.L.S., de 36 años de Tafalla, por una herida en la mano izquierda.
El vecino de Beriáin U.E.A. ha sido atendido por una abrasión en el codo izquierdo; M.E.L., de 68 años de Olite, por varias heridas en la rodilla y el tobillo al caerse del vallado; y E.Z.M., de 29 años de Cascante, con una herida contusa en la mano derecha.
También, el pamplonés de 22 años O.I.R. ha sufrido una herida en la mano izquierda, mientras que I.M.I., de 26 años de Cáseda, ha sido atendido por heridas en la rodilla y codo derechos.