pamplona - La comunidad vascoparlante de Iruña vio ayer cómo el Ayuntamiento daba un paso decisivo en el reconocimiento de sus derechos lingüísticos después de años de decisiones arbitrarias y estrategias contrarias a su normalización institucional.

Los datos a día de hoy reflejan una clara descompensación entre la población que utiliza el euskera (las matriculaciones en esta lengua en Pamplona se sitúan entre el 30 y el 35% en la red pública) y el porcentaje de empleados municipales con este perfil, que es del 6,6% (123 de los 1.846 puestos), que se reduciría todavía más si no se incluyen los puestos de escuelas infantiles, quedándose en un 3,5%. No son mucho mejores las estadísticas relativas a los empleados municipales que deben atender al público: solo hay 21 (1,13%), la mayoría conserjes de colegios, con conocimiento de euskera.

Con el objetivo de buscar un equilibrio social y garantizar los derechos lingüísticos de todos, el Ayuntamiento modificará la ordenanza que regula su utilización, cuyo primer texto fue aprobado en 1997, si cuenta con la mayoría suficiente en el Pleno que se celebrará en febrero

La Comisión de Presidencia dio ayer el visto a bueno a la propuesta tras conocer las alegaciones aceptadas e incluidas en la norma derivadas de la consulta pública realizada a finales de 2018. La propuesta aprobada se compone de 8 capítulos, 28 artículos, una disposición adicional y otra final, que abarcan aspectos como el ámbito de aplicación de la norma, las relaciones administrativas, los derechos de la ciudadanía, la imagen municipal, todo lo relativo al personal y funcionamiento interno municipal, la toponimia, el fomento del euskera o la participación.

El nuevo texto recoge buena parte del contenido de la actual ordenanza, pero se ha optado por la aprobación de una nueva como fórmula jurídicamente más segura y clara, de forma que se eviten los problemas de interpretación y aplicación que se han ido originando por las modificaciones parciales de la norma y el tiempo transcurrido desde su aprobación.

El primer cambio viene en el propio nombre de la ordenanza. La nueva propuesta sustituye el vocablo “vascuence” de la actual por el de “euskera”, expresión equivalente recogida ya en la RAE, con un uso social extendido de forma notoria y reflejado en textos educativos e informes relativos a la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias.

La nueva ordenanza define el castellano y el euskera como lenguas “propias” de la ciudad. Busca garantizar los derechos lingüísticos y adaptar la normativa a la realidad social y al contexto jurídico vigente, tanto a nivel foral (Ley Foral del Euskera y decretos que la regulan) como comunitario (Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias).

en los dos idiomas El texto recoge la garantía de la atención municipal en la lengua que cada persona decida utilizar, la regulación del euskera en el paisaje lingüístico de la ciudad, los cauces para determinar los puestos de trabajo que precisen del conocimiento del euskera, su valoración cuando no sea requisito imprescindible, una estructura operativa interna que posibilite la tramitación de expedientes en euskera o la creación del Consejo del Euskera.

Dentro del preceptivo trámite de audiencia a personas y entidades afectadas para recabar aportaciones la propuesta de ordenanza ha recibido dos y ambas han sido incorporadas al texto. Por un lado la aportación de Euskarabidea a los artículos 20 y 21 en el sentido de incorporar expresamente en el texto las competencias legales del Gobierno de Navarra en materia de determinación de topónimos recogidos en el Ley Foral del Euskera, y por otro, recoger expresamente la posibilidad de que el Servicio de Euskera municipal acuda a la propia Euskarabidea, entre otras instituciones, para consultar las nuevas denominaciones para las que el Consistorio sea competente.

La segunda aportación consiste en una modificación en la propuesta en el sentido de precisar de forma correcta las sucesivas reformas que ha tenido la actualmente vigente. - D.N.

Trámites pendientes. En el caso de aprobarse inicialmente la ordenanza en febrero, se abriría un plazo de exposición pública de 30 días para que la ciudadanía, nuevamente, pueda presentar alegaciones, sugerencias y modificaciones de la norma. Si no se presentara ninguna reclamación, la aprobación inicial pasaría a ser definitiva y la ordenanza entraría en vigor una vez que esta circunstancia se publicara en el Boletín Oficial de Navarra.

Ayudas. Se podrán dar ayudas para que los vecinos y vecinas de Pamplona que deseasen participar en cursos de aprendizaje del euskera pudieran hacerlo y en actividades de carácter social, artística y cultural.

El Post-it

Quinta modificación. La actual ordenanza fue aprobada el 12 de septiembre de 1997 y se ha modificado en cuatro ocasiones. La primera fue en julio de 2003 y se cambió el artículo relativo a la valoración del conocimiento del vascuence como mérito. La segunda, en diciembre de 2003, para la información bilingüe. En septiembre de 2005 se modificaron 7 artículos y en julio de 2012 se añadió una disposición sobre rotulación.