pamplona - El presidente e n funciones de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y candidato a la presidencia Aritz Ayesa defendió ayer el proyecto medioambiental impulsado a lo largo del anterior mandato para la gestión de los residuos que ahora van a vertedero uno de cuyos puntales es la nueva planta de tratamiento de Imárcoain. Así lo expresó tras conocer la propuesta del candidato regionalista por Navarra Suma para trasladar los residuos hasta las instalaciones de El Culebrete en Tudela al no compartir esta formación la alternativa de Elorz.

“No estamos de acuerdo con que se traslade cien kilómetros, ida y vuelta. Nuestro plan de residuos se sustenta en tres ejes: separación en origen, recogida y tratamiento, y la lógica es que lo que se genera en la Comarca de Pamplona se trate en la Comarca de Pamplona”, remarcó el que sigue siendo edil de Ansoáin.

La nueva planta, cuya ubicación fue objeto de un informe técnico donde se ponderaron diferentes alternativas en la Comarca de Pamplona, va vinculado a un plan de residuos -señaló Ayesa- que se va desarrollando progresivamente y con el que se va a extender la prueba piloto de los contenedores con tarjeta (Azpilagaña y Nuevo Artica) para mejorar la recuperación de materia orgánica y minimizar la fracción resto (contenedor verde).

La MCP se comprometió a cerrar el vertedero de Góngora antes del 1 de enero de 2023 y llegó a un compromiso con Nasuvinsa para que antes del 31 de diciembre de este año el plan urbanístico que ordena la Ciudad del Transporte se actualice a los nuevos usos previstos. El máximo órgano de gobierno de la MCP encargó el pasado mes de julio la redacción del anteproyecto de la nueva planta de tratamiento de basuras a la UTE RESA-LKS KREAN por un importe total de 319.464 euros más IVA. La previsión era que la planta se abriera para 2022. La nueva infraestructura tiene un coste estimado en 50 millones.

La Comarca de Pamplona genera alrededor de 86.000 toneladas de fracción resto a las que hay que sumar 17.500 toneladas de papel, 9.600 de vidrio, 8.700 de envases, 9.200 toneladas de materia orgánica y 631 de textil. En la planta de Imárcoain se plantea tratar la fracción resto que ahora se lleva a enterrar con el fin de inertizarla y utilizar el producto resultante para cubrir zonas degradadas. A su vez, la materia orgánica que ahora se lleva a Caparroso procedente del contenedor marrón y compostadores (se mezcla con purines) se transformaría en compost. La planta de envases de Góngora deja también de utilizarse para separar los metales, plásticos y brick en Imárcoain. El vídrio y el papel se venderán directamente a gestores como hasta ahora.

Elorz Por su parte, desde el Ayuntamiento del Valle de Elorz Sebastián Marco (Navarra Suma) manifestó ayer su satisfacción por una propuesta ya contenida en su programa electoral. Así, destaca que su formación planteó la “firme oposición” al proyecto y su compromiso de adoptar las medidas necesarias para “impedir” que se lleve adelante por tratarse de una zona “saturada de infraestructuras” y rechazar el cambio de usos en la Ciudad del Transporte. En este sentido, el primer edil aseguró que el Gobierno está pendiente de resolver las alegaciones presentadas a la modificación del Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal referida a la cuarta fase del polígono. “No queremos que el polígono se convierta en la ciudad de las basuras. Queremos que albergue otro tipo de actividades y sabemos que está funcionando bien desde el punto de vista logístico y es clave para Navarra. No queremos cambiar los usos”, remarcó. Hasta el TAN ha llegado el acuerdo para la compra de los terrenos por parte de la MCP. El ente comarcal ha pagado a Nasuvinsa cerca de diez millones.