pamplona - EH Bildu ha exigido al alcalde Enrique Maya y al grupo municipal de Navarra Suma que eliminen las dietas aprobadas la semana que viene para sus cargos de confianza en la sociedad Comiruña, (361,5 euros por reunión), y anunció que si deciden mantenerlas llevarán al pleno del Ayuntamiento “una modificación de los estatutos de la sociedad pública para hacer imposible el pago de estos complementos salariales”.

Para el principal partido de la oposición, “la decisión adoptada en Comiruña implica supone el regreso a un modelo de gestión absolutamente criticable e injustificable” y es “nuestra obligación desterrar los sobresueldos y crear un sistema de retribuciones limpio, transparente, y fácilmente auditable”.

Para EH Bildu, estas dietas para altos cargos del tripartito de derechas se han impuesto por encima del criterio de la mayoría del pleno. “Esta medida se adoptó con el voto a favor de los concejales de Navarra Suma y de los cinco altos cargos beneficiados, frente al voto en contra de los concejales de EH Bildu, PSN y Geroa Bai, que representamos la mayoría de la corporación. Es decir, la minoría política aprobó incrementar los sueldos del personal de confianza por la puerta de atrás, aprovechando la mayoría que le otorga esos cargos de confianza que verán incrementados sus ingresos económicos a pesar de que esta actividad se desarrolla dentro del horario ordinario de trabajo”.

votos Para “evitar” esta situación, Bildu ha planteado “estudiar una modificación de los estatutos de Comiruña para que la representación proporcional con derecho a voto en su consejo se corresponda fielmente con la existente en la composición del pleno. Si UPN y sus socios no rectifican, la declaración se presentará en la comisión de Presidencia de la próxima semana”.

En un comunicado, EH Bildu ha señalado que “la decisión adoptada en la pasada reunión de Comiruña implica recuperar exactamente la cuantía que hasta hace cuatro años percibían también varios altos cargos de UPN en la sociedad municipal Pamplona Centro Histórico”.

A su juicio, “esto supone el regreso a un modelo de gestión absolutamente criticable e injustificable en tiempos en los que se deberían acomodar las retribuciones de cargos públicos y de libre designación a una realidad social difícil”. - D.N.