Pamplona, 16 mar (EFE).- Pamplona vive con relativa normalidad la segunda jornada de restricciones por el coronavirus, con la "inmensa mayoría" de la ciudadanía respetuosa con las medidas, salvo algún "irresponsable", como la mujer sancionada por permitir que jugaran sus hijas en la calle mientras esperaban la llegada de los sanitarios para hacerles pruebas.

Así lo han señalado a Efe fuentes de la Policía Municipal de Pamplona, que han destacado el caso como "ejemplo de irresponsabilidad", tras explicar que el suceso tuvo lugar ayer sobre las 15,00 horas en el Casco Viejo, desde donde un equipo sanitario pidió ayuda a los agentes para localizar a dos niñas a las que habían acudido a realizar la prueba del coronavirus por tener "clarísimos síntomas", pero no se encontraban en la vivienda pese a que se les había instado a permanecer.

"Las niñas fueron descubiertas en una calle cercana andando en bicicleta con un adulto, y fueron llevadas a su domicilio por el equipo sanitario, que les tenía que hacer las pruebas al tener claros síntomas de portar el virus", mientras que la madre "fue denunciada por permitir que sus hijas salieran a andar en bicicleta cuando tenían orden taxativa de permanecer en el interior de su vivienda".

Es por ahora la única denuncia que consta en la Policía Municipal de Pamplona, que esta mañana también ha intervenido para cerrar dos establecimientos comerciales que se encontraban abiertos al público pese a no estar incluídos entre los autorizados para continuar con su servicio, una circunstancia de la que en un caso ha avisado un ciudadano y en el otro ha sido descubierta por los propios agentes.

En cualquier caso, la situación en general en la ciudad es de "menos tráfico y menos actividad" en la calle, según las mismas fuentes, que han destacado algunas intervenciones con peregrinos del Camino de Santiago que atravesaban la ciudad y a quienes se ha informado de que era una actividad prohibida en estas circunstancias.

"Y sobre todo estamos teniendo muchísimas consultas, llamadas solicitando información, aclaración sobre aspectos personales de cada ciudadano, que no acaba de tener claro si puede salir o no, si puede abrir o no", han dicho desde la Policía Municipal, que recomiendan para quien tenga acceso a Internet leer el artículo 7 del Real Decreto 463/2020, donde se tipifican los casos autorizados.

Mientras, la Policía Municipal está haciendo en las calles de Pamplona una labor preferentemente informativa para que la ciudadanía tenga en cuenta que solo puede salir a la calle para lo estipulado: "Tenemos que seguir concienciando a la gente y, desde luego, no nos va a temblar el pulso a la hora de denunciar en caso de que haya que hacerlo", ha dicho su portavoz.

La misma actitud han mostrado desde la Policía Foral, que por el momento no ha registrado denuncias, y que confirma que la situación es en general en Navarra de normalidad dentro de las circunstancias especiales que se viven.

Han indicado que, tras la jornada de ayer que fue de mayor desconcierto entre la ciudadanía por el desconocimiento de qué se podía o no hacer, este lunes hay el movimiento menor previsto en las carreteras y accesos a la ciudad.

Por su parte, también desde la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), responsable del servicio de transporte interurbano, han confirmado que en la jornada de este lunes se mantiene la frecuencia habitual del servicio para que, con la estimada mucha menor afluencia de viajeros en las conocidas como "villavesas", se mantengan las distancia de seguridad entre los usuarios y con los conductores.

Además, los usuarios acceden al autobús por la segunda puerta del vehículo -la delantera ha sido clausurada- y el pago se hace con tarjeta de transporte y en la máquina validadora trasera, ubicada detrás del puesto de la persona conductora, en ningún caso sin dinero en metálico.

Al respecto, fuentes de la MCP han confirmado que "se ha constatado una bajada relevante del número de personas que viajan" en cada autobús, una circunstancia que, de continuar en días sucesivos, podría hacer tomar la decisión de reducir el número de autobuses en circulación.

"De esta manera se preserva también la posibilidad de contagio de los trabajadores, los conductores", han señalado las mismas fuentes, que han indicado que siempre sería en función del número de viajeros y respetando que entre ellos también hubiera distancia suficiente.