- La pandemia y el estado de alerta sanitaria que azota a la ciudad desde el 14 de marzo está afectando, con mayor virulencia si cabe, a los más vulnerables de la ciudad, las personas en situación de emergencia social, agravando aún más las dificultades que sufren habitualmente. Los datos así lo confirman. Mientras que en el mes de marzo fueron 121 las personas que renovaron la solicitud de renta garantizada, este mes de abril está previsto que este número sea más del triple, 434 personas, y que en el mes de mayo se dispare hasta los 512 demandantes. Un estudio municipal cifra en 1.067 las renovaciones de rentas garantizadas que habrá que tratar desde marzo hasta mayo.
También se están triplicando estos días las ayudas de emergencia social solicitadas al Ayuntamiento de Pamplona. Mientras que entre el 1 y el 13 de marzo, se realizaron abonos por un total de 17.600 euros, en la segunda quincena de marzo, se tramitaron 295 solicitudes -hasta el 3 de abril- por lo que la cantidad ascendió a 65.000 euros, multiplicándose por 4.
La renta garantizada es una prestación económica periódica destinada a las personas que no tienen cubiertas sus necesidades básicas, y puede ser complementaria a cualquier otra a la que se tenga derecho, es decir, se otorga en casos de verdadera necesidad. Si bien la concede el Gobierno de Navarra, son las unidades de barrio las encargadas de su tramitación. En lo que atañe a las ayudas para emergencia, estas también van destinadas a familias en situación de emergencia social y requieren ayuda para pagar las necesidades básicas de alojamiento, tales como el pago del alquiler o hipoteca, el recibo de la luz y el gas, y otras de alimentación e higiene. Este año la convocatoria para estas subvenciones partía de una partida de 630.000 euros, que con seguridad tendrá que incrementarse.
Los datos fueron ofrecidos ayer por la concejala delegada de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deportes María Caballero. En una comparencia online, la concejala anunció que, para atender esta demanda, el Ayuntamiento de Pamplona ha puesto en marcha un centro de apoyo a las 13 unidades de barrio, un recurso que no atenderá directamente al público pero "descargará" y agilizará la tramitación de los expedientes, además de realizar un seguimiento telefónico de la población en riesgo. Estará ubicado en la nueva Unidad de Barrio de Lezkairu, en el antiguo José Vila, y cuenta con 6 trabajadores sociales, tres figuras educativas provenientes de los equipos preventivos y tres técnicas municipales.
Caballero detalló que durante la presente crisis sanitaria, hay más de 385 personas trabajando en servicios sociales esenciales como unidades de barrio, SAD, SMAM, EAIA, EISOL, albergues y Comedor Municipal. La concejala quiso destacar el "esfuerzo importante" que dice está realizando el Consistorio para mantener en estas circunstancias las prestaciones y los servicios sociales, a los que "todos los pamploneses tienen las puertas abiertas" y agradeció el trabajo de los empleados y su "compromiso con el servicio público", al igual que la actitud de la ciudadanía.
Además de los servicios antes citados, también abre el Comedor Municipal y el Centro de Atención a Personas sin Hogar, espacios que se han completado de manera excepcional con los albergues de Jesús y María, que, según dijo, se ha acondicionado en tiempo récord, con 40 plazas nuevas (30 ya ocupadas), ya que Trinitarios estaba "saturado", dijo. Además, están al servicio de las necesidades de la ciudad la Casa Paderborn, el antiguo colegio de las Salesianas de la Txantrea y algunas pensiones de la ciudad, estas últimas para "personas sin vivienda" o con infravivienda.
El refuerzo también se ha plasmado en la incorporación de personal, ya que a los más de 350 trabajadores de los servicios sociales de base que comenzaron atendiendo los diversos recursos se han unido los 24 profesionales del ámbito social y educativo de los contratos de preventivos para reforzar y mejorar la atención ciudadana. Además de 12 nuevos profesionales para prestar el acompañamiento socio-educativo del Albergue Jesús y María. Para la prestación de estos servicios, en todos los casos, se están teniendo en cuenta las medidas aprobadas como el mantenimiento de distancias mínimas entre personas, priorizar la atención telefónica sobre la presencial y reforzar las medidas de higiene y limpieza, con especial cuidado en la seguridad de la atención que presta el SAD. A este respecto, Caballero aseguró que en la medida de lo posible se ha "mejorado y garantizado un mejor nivel de protección" a los trabajadores.
"Se está haciendo un esfuerzo para atender a la población más vulnerable"
Concejala de Servicios Sociales