- Miguel Ángel Encinas, uno de los comerciantes más veteranos del Casco Viejo, se ha propuesto facilitar las cosas al cliente, sobre todo a la gente mayor: “Como quizá haya personas que no se atrevan a salir de casa o a entrar en las tiendas por miedo al contagio, vamos a dejar que se les lleve el calzado a casa y que se prueben, y devolver el dinero a 15 días”. Encinas regenta las dos zapaterías Samoa de la calle Mayor y la del barrio de Iturrama: “Hemos tenido otras crisis, pero esta es muy seria”, se lamenta. A la espera de las pautas del Gobierno, ya ha comprado geles, guantes y calcetines desechables para abrir el día 11: “El problema es que las zapaterías compramos a 6 seis meses, y tenemos el almacén a reventar. Y por mucha ayuda, el zapato vale mucho dinero y el género lo tienes que pagar”. Dos meses sin facturar, pero con ganas de darle la vuelta: “Estamos a tope con la apertura, porque cerramos en modo invierno”, concluye. / Foto: