Aprovechó su conexión vía streaming nacional para darle de lo lindo al acuerdo presupuestario alcanzado entre EH Bildu y el PSN en el Ejecutivo foral, para criticar el tratamiento de los datos de la pandemia por parte del Gobierno de Navarra, para decir que ETA todavía se vislumbra en el día a día de Navarra, y para decir que los grupos de la oposición han acordado de antemano decirle no a sus Presupuestos, haga lo que haga. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, echó mano de sus mejores dotes interpretativas para lanzar un SOS nacional que se oyera allá por Madrid. En el papel de los demás lo hacen todo mal, aprovechó para defender lo suyo. Como la gran gestión de su Ayuntamiento en la crisis del covid, su sintonía con la hostelería en los difíciles momentos de la pandemia o lo bien que les están sentando sus políticas en materia de movilidad a la capital. Sólo hubo un mea culpa: el fiasco de la calle Amaya, donde “no ha funcionado lo que hemos hecho, y no me duelen prendas reconocerlo”.

Invitado por Executive Forum España, el alcalde se despachó durante una hora sobre temas de actualidad, desde el covid, a los Presupuestos para 2021, e incluso el futuro de los Sanfermines. Y planteó, en materia de movilidad, que los retos de la ciudad son a medio plazo, ir “quitándole al coche para ir pasándole al autobús y en eso estamos”. Y el segundo, lograr que la movilidad en bicicleta en Pamplona sea del 2% en la línea de otras ciudades cercanas como Donostia. Y otro reto, reducir la burocracia, de tal manera que al ciudadano no le cueste “un año” abrir un establecimiento.

A continuación se reproducen algunas de las preguntas que le fueron formuladas.

¿Cuál ha sido la respuesta del Gobierno de Navarra en la parte sanitaria, económica y social en la pandemia?

-Al Gobierno de Navarra le ha pillado con el pie cambiado. Les costó reaccionar. Lo de crear un órgano que gestionara la pandemia era algo de manual y eso me costa que no ha ocurrido. Se ha ido más a ese ir viendo los datos y torearlos para no trasladar a la ciudadanía una excesiva preocupación, pero les ha desbordado, y en esta segunda oleada les ha ocurrido lo mismo. Es cierto que han reaccionado, por su puesto de una manera discutible, pero es objetivo que hubo una subida tremenda de contagios, y hoy estamos en unos números más llevaderos. Prefiero quedarme con ese análisis. ¿Qué falta ahora? Sobre todo cómo se vuelve a recuperar la actividad económica. También ha habido una noticia buena. En vez de 10 millones para los pequeños hosteleros, van a ser 20. Pero creo que falta reconocer que, o bien no se sabe o no se conoce esto de qué va y cómo reducir los contagios, o bien saber cuánto de esa mejora de los datos se debe al cierre de la hostelería, cuánto que no podemos estar en la calle más de las once, cuánto a que Navarra está cerrada perimetralmente o que las reuniones sociales son de otro tipo, cuánto al botellón... Porque está todo en la misma bolsa, pero parece que los que más sufren son el hostelero y comerciante. Ahora van a abrir las terrazas el día 26, es una buena noticia.

¿Cómo ha sido la coordinación del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento?

-Ha sido más a nivel de relaciones personales entre el director de Salud y yo, probablemente para que no me enterara de las cosas, pero nos ha faltado sentarnos en la mesa todos para intentar sacar esto adelante.

¿Cómo valora el acuerdo presupuestario entre el PSN y EH Bildu en Navarra?

-En Navarra hay acuerdo, es evidente, entre el PSN y EH Bildu, y para los que vivimos en esta tierra es un shok. Ellos han tomado la decisión. Yo nunca daré ese paso y lo repetiré siempre, porque creo que no tienen legitimidad moral.

¿Cree que la economía de Navarra se puede ralentizar por el acuerdo presupuestario del PSN y EH Bildu en el Gobierno foral?

El acuerdo es tremendamente negativo para que entren inversiones en Navarra. Entre ellos ya se está hablando no de una banca pública, pero sí de un instituto de finanzas, con el objetivo de conformar una banca pública. Por supuesto, se están dando un montón de millones para los Ayuntamientos de Bildu, y otras cosas que son lógicas, porque Bildu no entra gratis en los acuerdos. Bildu tiene un proyecto independentista pero de izquierda radical. Y al PNV, que también es nacionalista, pero de derechas, les preocupa sobremanera el futuro de la economía. El tema es muy gordo y va a tener efectos serios.

¿Se van a suspender de nuevo los Sanfermines en 2021?

-Mi opinión es que puede haber San Fermín, pero no se cómo va a ser. Sinceramente, no creo que la mejora de los datos dé para volver a estar abrazados en la plaza Consistorial el 6 de julio. Lo veo difícil, porque creo que la vacuna y todo eso no va a estar a tiempo para que en San Fermín se note. Pero yo tengo la ilusión de que de alguna forma va a haber San Fermín y trabajaremos para ello. ¿Por qué no se puede hacer un encierro con determinadas condiciones de número máximo de personas? Yo sueno que va a haber Chupinazo. Me gustaría que se parecieran a los de siempre, pero no lo veo muy factible.

¿Considera que ETA, quizá con otro nombre y otra forma, sigue coartando libertades a través del terror?

-Cuando alguien dice que ETA es historia me tiemblan las canillas, porque no es verdad. En la Procesión yo siento una presión verbal y física. Y hay que decirlo. No es un terror de pistolas, pero está metido en las vísceras y lo malo es que a la gente le parece normal no poder llevar la bandera española libremente en Pamplona. Y ya ni hablo de Leitza o de Alsasua.

¿Cómo valora la reducción de casos de covid producida en Navarra?

-Es una grandísima noticia, y no me duelen prendas en decirlo. Pero insisto, es la hora de evaluar los porqués de ese descenso e ir soltando amarras con esa información, y que si no se tiene, hay que decirlo. Y si no se dan las circunstancias para darle a la hostelería la capacidad de funcionar, se le explica, porque la gente cuando sabe, entiende y acepta.

¿Con el tema de la pandemia se ha recibido alguna ayuda con el tema de hosteleros? Porque es una ciudad donde tiene un peso importante.

-Hablando del consenso político que ha habido en Pamplona en la pandemia, hubo una modificación presupuestaria de 2 millones de euros para medidas covid y se aprobaron por unanimidad. Y llevaban 1,5 millones para medidas sanitarias (hidrogeles, etc.) y otras para el consumo, que son lo que hemos hecho con los famosos bonos del comercio. Pero como hay que controlar mucho cómo se controla el dinero, al final es engorroso cómo se gestiona ese proceso. El Gobierno, por su parte, les va a dar 20 millones de euros, pero eso si los hosteleros justifican que han reducido sus ingresos.

“En Amaya no ha funcionado lo que hemos hecho y no me duelen prendas en reconocerlo”

“Cuando alguien dice que ETA ahora es historia me tiemblan las canillas, porque no es verdad”

“Es objetivo que hubo una subida tremenda de contagios y hoy estamos en unos números más llevaderos”