Pamplona era aún un coto donde los militares campaban a su aire, y condicionaban la vida de la ciudadanía hasta unos extremos que hoy nos resultarían insoportables. El grupo de soldados de la foto pertenece sin duda al Regimiento de Infantería América, alojado entonces en el cuartel de la Merced, cuyas paredes adivinamos a la izquierda.

Ampliando debidamente la imagen, resulta divertido observar la variedad de actitudes de los soldaditos. Están, por ejemplo, los cuatro o cinco que simulan beber de sus botas de vino, el que finge tocar la corneta, el que posa en actitud de apuntar para disparar, el que levanta su fusil en actitud guerrera, y hasta el oficial barbudo que simula pomposamente consultar un mapa de operaciones. Eso sí, a más de uno se le borraría la sonrisa tan solo de pensar que pudiera tocarle batirse el cuero en la guerra de Cuba de 1895-1898, que estaba ya a puntito de comenzar...

transcurridos aproximadamente 130 años desde que se obtuvo la foto antigua, es fácil pensar que de aquellos alegres soldaditos no quedará ni el recuerdo en la memoria de sus descendientes. Sí que vemos, en cambio, el arco bajo el que posaron, y que todavía da acceso al baluarte de Labrit. Los movimientos de tierras que siguieron al derribo de las murallas en 1915 lo dejaron en una posición extraña, sobreelevada respecto al terreno actual, pero se trata sin duda del lugar exacto de la foto de 1890. Falta en cambio el cuartel de la Merced, antiguo convento del mismo nombre, que fue derribado en 1945.

En cuanto al Regimiento de Infantería América, había llegado a Pamplona durante la guerra Carlista de 1872-1876, y al finalizar el conflicto quedó acantonado en la ciudad. Participó en la guerra de África de 1925, y posteriormente en la Guerra Civil de 1936-1939, en el bando de Franco, claro está.